Muere una montañera de 38 años al despeñarse en el pico Rusell
El Pirineo aragonés se ha cobrado ya 16 vidas desde enero, en un año con récord de rescates.
Una montañera de Valencia de 38 años ha perdido la vida este lunes al despeñarse cuando se encontraba en el pico Rusell, en el término municipal de Montanuy, acompañada de otra persona. Con ella son 16 los fallecidos a lo largo del 2022 en el Pirineo, en un año en el que ha habido récord de rescate y la estadística ya ronda las 500 intervenciones.
El accidente ha ocurrido sobre las 14.15. El primer aviso ha llegado a los equipos de emergencia de Cataluña. Al estar el cuerpo en territorio aragonés, la Central de Coordinación de Bomberos de la Generalitat ha trasladado la llamada de socorro al Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (Greim) de Benasque. En ella le informaba de que una montañera había sufrido un accidente por precipitación en el pico Rusell, facilitando las coordenadas.
Inmediatamente se han desplazado al lugar el helicóptero de la Unidad Aérea de Huesca, el Greim de Benasque y un médico del 061. Los efectivos han localizado a la accidentada y a su acompañante en el lugar que les habían indicado y han procedido a evacuar del lugar a la persona ilesa, mientras los especialistas procedían al levantamiento del cadáver previa autorización judicial.
El cuerpo se ha introducido en una camilla y ha sido trasladado en el helicóptero de la Guardia Civil hasta la localidad de Benasque y de allí en un vehículo funerario al Instituto Anatómico forense de Huesca para la realización de la autopsia.
La Guardia Civil ha confirmado que la fallecida es una vecina de Valencia de 38 años la cual se precipitó cuando se encontraba realizando una actividad de montaña en el pico Rusell, situado a 3.207, en el macizo de la Maladeta.
En lo que va de año han fallecido 16 personas en el Pirineo, frente a las 13 del año anterior. Aunque julio y agosto se cerró con solo un suceso mortal, en septiembre perdieron la vida cinco personas. El primero fue un montañero francés de 68 años que murió al ser golpeado por unos grandes bloques de piedra desprendidos en la senda de los ibones de la Cresta de Batanes (Torla-Ordesa). Le arrastraron por una pendiente tanto a él como a su compañera, una mujer también francesa de 56 años que sufrió politraumatismos.
Cuatro días después murieron una montañera navarra de 22 años despeñada en el pico Brazatos (Panticosa) y un montañero barcelonés de 65 debido a un infarto en el pico Cabalera (Gistaín). A estos hay que sumar el accidente mortal sufrido por un parapentista británico de 50 años en el pico Gallinero. El fatídico mes de septiembre concluyó con el fallecimiento de un vecino de Canfranc de 56 años que se despeñó 30 metros mientras cazaba en un paraje de alta montaña.
