Entran en servicio nuevos desvíos para avanzar en las obras de la Huesca-Siétamo

El Ministerio habilita un paso superior cerca de Siétamo y un enlace a la altura de Estrecho Quinto.

Las obras del último tramo de la autovía Huesca-Siétamo alcanzan el 45% de grado de ejecución.
Las obras del último tramo de la autovía Huesca-Siétamo alcanzan el 45% de grado de ejecución.
Veronica Lacasa

La UTE Vidal y Copcisa ha puesto en servicio dos nuevos desvíos para poder avanzar con las obras de construcción de los 12,8 km del tramo Huesca-Siétamo, el último que falta de toda la autovía A-22 hasta Lérida. Debido a estos trabajos, se hace preciso redigirir el tráfico que actualmente circula por la carretera N-240 en algunos de los puntos en los que el trazado de la carretera convencional y la nueva autovía se cruzan.

De manera más concreta, se verán afectados los kilómetros 198,600 y 199,600 de la carretera N-240, cuyo tráfico pasará a circular a través de un nuevo paso superior ejecutado cerca de Siétamo; y los kilómetros 201,900 y 202,400 de la carretera N-240, cuyo tráfico pasará a circular a través de un nuevo enlace construido a la altura de Estrecho Quinto

Los desvíos serán señalizados conforme a la normativa vigente y estarán habilitados entre este miércoles y el jueves, en función del desarrollo de los trabajos, y su duración estará condicionada por el avance de las obras de la autovía.

Como ya explicaron recientemente desde el Ministerio a HERALDO, el grado de ejecución de las obras alcanza a estas alturas el 45% después de varios retrasos. Pese a ello, también aseguraron que, si no surgen nuevos imprevistos, se mantiene el plazo de entrega previsto para finales de 2023, que ya se ha demorado dos veces.

Si se cumple ese compromiso, la autovía A-22 Huesca-Lérida estará finalizada casi 19 años desde que se colocó en Monzón la primera piedra de este eje de 108 km. Las obras, que ya en su día estuvieron bloqueadas cinco años por la crisis económica y por problemas medioambientales, arrancaron en el verano de 2018 a cargo de la UTE Vidal y Copcisa con un presupuesto de 46,8 millones. Pero el Ministerio ya tuvo que aprobar un primer sobrecoste de 4,5 millones por la necesidad de ocupar más terrenos de los previstos para reponer líneas eléctricas y otros servicios adicionales que ralentizó la construcción y alargó un año el plazo de entrega inicial hasta el 30 de noviembre de 2022.

Además, aprobó el año pasado un segundo modificado que amplió ese plazo otro año más hasta los 63 meses, casi el doble del que se adjudicó inicialmente, para reposición de nuevos servicios, mejoras de iluminación y ampliar las medidas correctoras arqueológicas del yacimiento romano Los Ayareces tras aparecer restos.

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