La comarca de La Ribagorza quiere desprenderse del artículo

El Consejo Comarcal pide a las Cortes modificar el nombre para respetar la tradición histórica. También plantea sustituir la denominación Comisión Consultiva de Alcaldes por Consejo General, un órgano que en el siglo XIV venía a ser un parlamento ribagorzano. 

Casa Heredia, el histórico edificio de la plaza Mayor de Graus donde tiene su sede la comarca.
Casa Heredia, el histórico edificio de la plaza Mayor de Graus donde tiene su sede la comarca.
Ángel Gayúbar

Justo 20 años después de su creación, la Comarca de La Ribagorza ha solicitado cambiar de nombre. La modificación no será sustancial, tan solo se desprende del artículo para pasar a ser Ribagorza y no La Ribagorza. La decisión, que este jueves ha aprobado el Consejo Comarcal en una moción institucional responde a la denominación histórica que ha tenido este territorio que limita al norte con Francia y al este con Cataluña. 

El pleno celebrado este jueves por la tarde ha acordado dar traslado a las Cortes de Aragón para que realice los cambios oportunos en la Ley 12/2002 de creación de la Comarca. También por razones históricas le pide modificar el nombre del órgano integrado por todos los Alcaldes, la Comisión Consultiva, para pasar a denominarlo Consejo General de Ribagorza.

Desde la publicación de la ley de creación, en 2002, ha habido disparidad de opiniones sobre el uso o no del artículo, reconoce la moción que aprobada hoy por unanimidad por los consejeros. "Asociaciones, entidades, historiadores, población civil e incluso desde nuestro criterio institucional, y basándonos en diferentes fuentes históricas, creemos que, aunque en el habla común se nombre Ribagorza indistintamente con y sin el artículo 'La', Ribagorza debería nombrarse oficialmente sin él", señala la moción pactada por los grupos. 

Para llegar a esta conclusión se han recopilado publicaciones históricas que a lo largo de los años han dejado constancia de la denominación sin artículo. Los más antiguos datan del primer tercio del siglo XIV y están conservados en el Archivo de la Corona de Aragón. Posteriormente, ya en el siglo XIX, el cronista Joaquín Manuel de Moner publicó su 'Historia de Rivagorza: desde su origen hasta nuestros días'. Se han recopilado más referencias al respecto en ese siglo: 'Numismática de Urgel y de Rivagorza', de Mariano Pano; o 'Documentos ribagorzanos en tiempos de Ludovico Pio y Carlos el Calvo'. Y más recientemente, Manuel Iglesias, optaba por la denominación sin artículo en 'Historia del Condado de Ribagorza' o en sus tres volúmenes 'Arte religioso del Alto Aragón oriental'.

Pero el nombre de la comarca no será el único cambio. Si se atiende la petición del Consejo Comarcal, la actual Comisión Consultiva, integrada por todos los alcaldes y que se reúne al menos dos veces al año en Benabarre, pasará a llamarse Consejo General de Ribagorza, similar a un órgano político que estuvo vigente desde el siglo XIV hasta el XVI. La decisión se justifica "por su similitud, y por darle a la historia de Ribagorza el valor y la importancia que merecen".  

Su existencia se documenta al menos desde la segunda mitad del siglo XIV, hasta que en 1554 Felipe II extinguió el feudo y comenzaron una serie de revueltas, como las de Benabarre de 1578 y 1582, entre partidarios del rey y del conde, poniendo el mnonarca fin al condado en 1591.

"Para buscar similitudes con la actualidad podríamos decir que el Consejo General vendría a ser las Cortes o el Parlamento Ribagorzano. Durante el tiempo que estuvo vigente, se reunían anualmente en Benabarre consejeros de todas las villas y lugares que formaban Ribagorza, cada 22 de enero, festividad de San Vicente Mártir, para tratar las diferentes eventualidades del territorio a través de su Comisión permanente", señala la moción aprobada por todos los grupos.

Las villas o lugares cuyos consejeros formaban de ese órgano, con obligación de asistir, eran Benabarre, Montañana, Arén, Benasque, Azanuy, Calasanz, Tolva, Capella, Fantova, Perarrúa, Castanera, Laspaúles, Güel, Viacamp, Monesma, Castigaleu, Alins, Castejón de Sos, Liri, Eresué, Ballabriga, Santorens, Calvera, Bonansa, Santaliestra, Terraza, Veri y La Muria, la Val de Lierp, Antenza, Serraduy, San Esteban del Mall, Erdao y Centenera, San Lorenzo, Cornudella, Panillo, Noales y Señiu. Un territorio cuya superficie es bastante similar a la Ribagorza actual. Se echa en falta municipios como Graus, Campo, La Puebla de Castro o Lascuarre, pero durante aquellos años pertenecían al monasterio de San Victorián.

La memoria justificativa del cambio explica que el papel del Consejo General de Ribagorza era diverso y relacionado con el funcionamiento del territorio, incluyendo algún hecho anecdótico de 'rebelión'. Los nuevos Condes, antes de tomar posesión, tenían que jurar ante él los fueros, usos y costumbres del condado. No todos aceptaron de buen grado esta costumbre, como sucedió con el conde Martín de Gurrea y Aragón, que envió primero a su mayordomo en su nombre, y ante la negativa del consejo, hizo lo mismo con un abogado que le acompañaba. 

La respuesta fue la misma siempre, que la donación del condado había de darse al conde. Él, fuera de sí, dijo que “haría que los ribagorzanos dieran los homenajes al rabo de su mula”. "Muy mal debió acabar toda aquella situación cuando en 1554 el príncipe Don Felipe, requirió formalmente a don Martín que no se entrometiese más en el feudo ribagorzano, y a los ribagorzanos les ordenó que no le pagasen ni frutos ni rentas". 

Separados por siete siglos, la Comisión Consultiva de Alcaldes y el Consejo General de Ribagorza plantea una función similar, defiende la comarca, ya que este es un órgano que reúne a los representantes de todos los municipios para tratar los temas de interés y controlar la acción del Consejo Comarcal, "por lo que es oportuno en términos actuales e históricos recuperar la antigua denominación".

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión