Ibón Cejalvo se convertirá en la primera mujer danzante de la historia de Huesca
Su tío Daniel le cederá el puesto en 2023 después de 21 años bailando. La agrupación elige a Jorge Escario como nuevo presidente.
Los Danzantes de Huesca, uno de los símbolos de las Fiestas de San Lorenzo, marcará un hito el próximo año ya que, por primera vez en su historia, una mujer bailará en honor del santo. Será Ibón Cejalvo, de 19 años de edad, que recogerá el testigo de su tío Daniel, el cual ha decidido cederle el puesto después de dos décadas danzando.
La noticia se conoció el jueves en la reunión que celebraron los miembros de la agrupación para acometer la renovación de la Junta Directiva. Después de casi medio siglo sin elecciones ya que el mayoral era el que elegía directamente a los miembros de esta junta, el nuevo reglamento de los Danzantes establecía que se haría de nuevo por votación y Jorge Escario ha sido elegido nuevo presidente. Le acompañarán Darío Bajá como secretario y Abraham Belenguer como tesorero.
Al término de la reunión, Daniel Cejalvo tomó la palabra para comunicar a sus compañeros que el próximo año ya no bailará y que cedía su puesto a su sobrina Ibón, que este año ha sido mairalesa mayor del barrio de San Lorenzo. El mayoral, Francisco San Emeterio, ha valorado muy positivamente este relevo femenino porque "este momento tenía que llegar más pronto que tarde". Y es que aunque los estatutos de la agrupación no impedían en absoluto la entrada de mujeres, hasta ahora ninguna había dado este paso.
El alcalde de Huesca, Luis Felipe, ha expresado su "máximo respeto" a las decisiones de la Agrupación de Danzantes aunque también ha mostrar su "satisfacción" por la incorporación de la primera mujer "a algo tan importante para nuestra cultura y nuestra ciudad y que visibiliza lo que somos como es el dance y lo que significa de tradición para Huesca".
Así pues, el próximo 10 de agosto de 2023 será un día histórico para la ciudad de Huesca, para las Fiestas de San Lorenzo y, en especial, para los Danzantes, una tradición que se remonta a los siglos XVII y XVIII. Cabe recordar que la agrupación se compone de un mayoral, un danzante para las cintas, un rapatán (que porta el palo de la albahaca) y 24 danzantes que forman seis cuadros de baile.
