Público y profesionales aplauden la Feria de Teatro de Huesca
Unos 7.500 espectadores han llenado los espacios escénicos y se han celebrado 150 citas entre programadores y compañías.
La Feria de Teatro y Danza de Huesca baja este jueves el telón de su 36ª edición con un balance de 7.500 asistentes a los 34 espectáculos ofrecidos desde el domingo. Al éxito de público se une el de los encuentros profesionales, que han propiciado 150 citas entre programadores y compañías participantes.
En el teatro Olimpia, el Palacio de Congresos o el Centro Cultural Manuel Benito Moliner se han podido ver géneros diversos, desde la comedia al drama, pasando por la danza contemporánea, que se expresan con nuevos lenguajes escénicos. Han llamado la atención versiones modernas de clásicos como ‘Antígona 3 x 3,5’, de la portuguesa Companhia do Chapitô; o ‘Yerma’, del grupo La Dramática Errante, que traslada al siglo XXI la obra lorquiana.
Tocó la fibra del público ‘La infamia’, teatro/documento de Producciones Come y Calla sobre el secuestro de una periodista mexicana que denunciaba la trata de niñas y la corrupción, basada en la biografía de Lydia Cacho. Y sorprendieron espectáculos de danza como ‘Abundance’, de Osa+Mujika, que con un lenguaje muy plástico intenta acabar con los ideales románticos del príncipe azul o la media naranja para hablar del poliamor y el fin de la monogamia.
En la última jornada de hoy se ha podido ver, entre otras, una producción de casa. Lagarto Lagarto ha llevado a escena, de la mano de Alfonso Palomares, ‘Palabra de bufón’, un espectáculo humorístico basado en la convocatoria de oposiciones para una única plaza de bufón real. El cierre, en el Teatro Olimpia, lo pondrá esta noche la compañía Pont Flotant, que en ‘Eclipse total’ reflexiona sobre cómo nos preparamos ante un hecho inevitable e irreversible como es la muerte.
"Tratamos las artes escénicas desde un punto de vista contemporáneo, con autores vivos o reinterpretaciones de clásicos, pero cada espacio tiene una línea que puede interesar a un tipo de programador y a otro no", dicen Pilar Barrio y Lucas Fernández, codirectores del festival, hablando de la diversidad del cartel.
Fernández valora muy positivamente los encuentros profesionales, que este año han cambiado para acercar a programadores y compañías en un formato de mayor proximidad. Han tenido su lugar de reunión en el espacio exterior cubierto del Palacio de Congresos, para reflexionar y asistir a presentaciones.
Los codirectores destacan además otros aspectos de la feria, al margen de lo que pasa sobre los escenarios, como la participación de los estudiantes. En Huesca han estado presentes grupos de la Escuela de Teatro de Zaragoza, que han disfrutado de un itinerario formativo a través de reuniones con un jefe técnico de un espacio, un antiguo alumno que les ha contado qué pasa al acabar los estudios, una distribuidora o una dramaturga, además de ver todos los espectáculos. "Han tenido un papel muy activo y es una de las cosas a destacar, aunque sea menos visible", comenta Lucas Fernández.
Por su parte, el concejal de Cultura, Ramón Lasaosa, se muestra satisfecho de que "se hayan llenado los teatros". Y aunque destaca la gran asistencia de público, tampoco olvida la parte profesional. "Esto es una feria, un espacio de negocio. Hay espectáculos que son para la gente y estamos contentos con que el público participe, pero hay profesionales que vienen para hacer los primeros contactos y cerrar contratos a lo largo del año", explica. Entre ellos hay técnicos de Cultura de instituciones y programadores de salas de teatro. Algunos llegados de Francia y también del otro lado del Atlántico, de Argentina o Costa Rica, que podrían estar interesados en llevar a sus países a las compañías que han visto estos días sobre las tablas.
