La réplica de un capitel corintio en una calle recuerda la monumentalidad de la Osca romana

La pieza, realizada por Julio Luzán, se ha inaugurado hoy en la calle Peligros. Aquí se encontró en 2013 el original que permanece custodiado en el Museo. 

La réplica del capitel se ha colocado en el lugar donde se halló el original en 2013 durante las obras de urbanización de la calle.
La réplica del capitel se ha colocado en el lugar donde se halló el original en 2013 durante las obras de urbanización de la calle Peligros.
Heraldo

Huesca ha hecho un guiño a su pasado romano inaugurando en la plaza Peligros del casco antiguo la réplica de un capitel corintio, cuyo original se encontró hace casi 10 años en unas obras de urbanización. Se materializa así el esfuerzo de la asociación de vecinos Osce Biella, que desde hace cuatro años persigue la colocación de este vestigio de la monumentalidad de la Osca romana para destacar el valor patrimonial del Casco y aumentar los elementos de interés en el barrio. 

Una placa explica que se trata de un capitel corintio tardoaugústeo (data del siglo I a. de C.) hallado entre las calles Desengaño y Peligros. Detalla que podría formar parte de una columna de aproximadamente seis metros de altura y perteneciente a un monumento público.

El acto de inauguración ha contado con la presencia de representantes del Ayuntamiento de Huesca y de asociaciones vecinales. La presidenta de Osce Biella, Violeta Gracia, ha destacado los valores patrimoniales del barrio. "Ha valido la pena traer hasta aquí un testimonio de la Osca romana", ha declarado, que además "incrementa los atractivos del casco".  

El deseo de la asociación es contar con una ruta por el pasado romano de la ciudad que concluya en el Museo de Huesca, donde está el original. Violeta Gracia ha hecho también alusión a la musealización de las ruinas del Círculo Católico, la gran asignatura pendiente de las instituciones. Llevan 17 años ocultas en un garaje y en este tiempo todavía no se han materializado las numerosas promesas realizadas desde el Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento para abrirlas al público. 

Violeta Gracia ha finalizado en tono reivindicativo recordando las muchas cosas que quedan por hacer en el casco antiguo: los solares vacíos, la rehabilitación del Seminario (al fondo una pancarta colgada de una ventana pedía 'Salvemos el Seminario Stop Derribos') o la prolongación del paseo de la Muralla. No olvida tampoco la promesa de ajardinar el entorno del capitel, donde de momento, por la carestía de agua en Huesca, se ha colocado césped artificial.

Durante el acto de descubrimiento del capitel, el concejal de Relaciones Institucionales, Ramón Lasaosa, ha resaltado “la importancia de ir recuperando los espacios históricos", pero esto no solo depende del Ayuntamiento, ha precisado, también hay otras instituciones implicadas como el Ministerio de Cultura y del Gobierno de Aragón. Pero el patrimonio, a su juicio, debe ser además útil, "no solo una ruina museística a la que venerar". 

También ha intervenido el director del Museo de Huesca, donde se guarda el original. Fernando Sarría ha destacado el ejemplo de colaboración entre las instituciones y la sociedad civil y el "empeño digno de admiración de Osce Biella" por contar con una huella de la memoria de la ciudad cerca de donde apareció el capitel. En las proximidades están las ruinas del Círculo Católico y el teatro romano. 

El capitel original se encontró muy deteriorado, al haber estado durante siglos enterrado. El Museo lo restauró y lo exhibe en su colección permanente. ´"Por sus dimensiones nos podemos hacer idea de la monumentalidad de la Osca romana", según el director.   

La réplica ha sido realizada por Julio Luzán, tiene unas dimensiones de 80 por 50 centímetros y un peso de unos 300 kilos. La reproducción se ha colocado sobre un pedestal de 1,3 metros de altura, cuyo acabado recuerda las estrías y formas que presentaban las columnas clásicas. El capitel se ha hecho con hormigón, pero se le ha dado un recubrimiento para simular la piedra arenisca. 

Según ha explicado Luzán, se realizó un escaner láser y se aplicaron técnicas de fotogrametría para definir con precisión la forma. Esto permitió detallar "casi el grano de la arena" y sirvió para replicar las zonas más deterioradas   

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