La DGT intensifica la vigilancia en las carreteras de Huesca para frenar la "preocupante" sangría de muertes

La Guardia Civil ha recibido incluso apoyo de Zaragoza. El uso indebido del teléfono móvil y la velocidad excesiva son las principales causas del repunte de fallecidos de este año con 22, el doble que en todo 2021.

Operarios de mantenimiento de carreteras limpiando la calzada donde se produjo el fatal accidente de la A-136.
Operarios de mantenimiento de carreteras limpiando la calzada donde se produjo el fatal accidente de la A-136.
Verónica Lacasa

La muerte de un motorista francés el pasado jueves tras salirse de la vía y chocar con la pared interior de unos de los túneles del congosto de Obarra, en la A-1605, ha hecho que la provincia de Huesca sume ya 22 fallecidos en carretera este año, el doble que en todo 2021. Un repunte que "preocupa" a la DGT y que le ha llevado a dar instrucciones a la Guardia Civil para reforzar la vigilancia incluso con patrullas del sector de Zaragoza.

"Hemos puesto más presencia de la Guardia Civil en aquellas carreteras donde hay más motoristas y ciclistas, que con usuarios vulnerables, y lo haremos también en la autopista AP-2 porque ha habido un gran aumento de tráfico pesado, pero no podemos estar en todos los sitios. También estamos insistiendo con las campañas y las charlas de sensibilización", explica la jefa provincial de Tráfico, Margarita Padial, que aprovecha para llamar a la prudencia al volante.

En estos nueve meses, la provincia ha registrado 19 accidentes mortales con un balance de 22 fallecidos. Son el doble que en 2021 y 10 más que en 2020. No obstante, el dato quizá más fiable es la comparación con 2019, cuando no había pandemia ni restricciones de movilidad. Entonces hubo 24 víctimas mortales, solo dos menos de las que se llevan hasta ahora con tres meses y medio aún para finalizar el año.

Padial se muestra especialmente preocupada porque el perfil de los fallecidos son sobre todo motoristas (han perdido la vida ya ocho este año) y conductores profesionales de vehículos pesados y de tractores. Además, recuerda que en junio hubo un trágico accidente en Biescas por una colisión que dejó tres fallecidos, "algo muy inusual".

De los 19 siniestros con víctimas mortales, siete han tenido lugar en carreteras de la red autonómica, seis en nacionales, tres en autopista y autovía y otros tres en vías y caminos locales.

Y en cuanto a las causas, la jefa provincial de Tráfico destaca que ocho han sido por salidas de vía y siete por colisiones frontales. Y de ellos, seis fueron por una conducción distraída (especialmente por el uso indebido del teléfono móvil) y otros ocho por un exceso de velocidad.

"Parece que hay una cierta relajación o un exceso de confianza, quizá por las ganas de salir que tiene la gente como consecuencia de la pandemia. Ha habido un cambio de normativa que no afecta a la cuantía económica pero sí a los puntos que se detraen por infracción y se sabe que el teléfono móvil se multiplica la posibilidad de tener un accidente grave", advierte Padial.

Además, lamenta que se están volviendo a recuperar las cifras prepandemia, algo que no ocurre por ejemplo en las otras dos provincias aragonesas. En Zaragoza, suman este año 12 fallecidos por los 18 y 22 del mismo período de 2021 y 2019, respectivamente. Y en Teruel llevan cuatro muertos, los mismos que en 2019 y tres menos que el año pasado a estas mismas alturas. Antes de la implantación del carné por puntos en 2007, la provincia de Huesca llegó a contabilizar cifras aún más dramáticas con 68 fallecidos en 2003, 55 en 2005 y 52 en 2006.

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