Arrancan los trabajos para construir en Fraga viviendas para temporeros
Los alojamientos serán gestionados por Cáritas, que firmó un convenio con el Ayuntamiento.
Los trabajos de adecuación de la parcela donde se construirán las viviendas para temporeros de Fraga ya han comenzado, con una duración estimada de un mes y un importe de 39.253,92 euros. Esta es la primera fase, y en la segunda se instalarán los módulos vivienda que ya están fabricados y han sido financiados por la Fundación Reina Sofía. Se estima que el transporte y colocación de las casetas se realizará a finales de septiembre. Una vez finalizado el recinto, contará con cinco módulos habitables para un total de 24 usuarios, además de servicios y otros equipamientos.
Fue a finales de julio cuando el Ayuntamiento de Fraga firmó el convenio de colaboración junto a Cáritas Diocesana Barbastro-Monzón, entidad que se hará cargo de la gestión del servicio de atención y acogida de los alojamientos.
La tercera fase de la obra supondrá la adecuación de las viviendas y su certificación para cumplir con el código técnico de habitabilidad pertinente. El mes de noviembre es la fecha prevista para ejecutarse esta parte del proyecto.
Estas viviendas podrán ser utilizadas para necesidades sociales durante todo el año, no solo durante la campaña agrícola. Santiago Burgos, alcalde de Fraga, ha indicado: “Seguimos avanzando y seguimos dando forma a los proyectos en los que llevamos muchos meses trabajando. Gracias a estas viviendas y a la colaboración con Cáritas podremos dar solución habitacional a las personas que lo necesiten”. El primer edil también ha querido agradecer el apoyo de la Fundación Reina Sofía que ha financiado la construcción de los módulos, con una aportación de 150.000 euros.
De media, Fraga recibe cada campaña unos 6.000 temporeros y de ellos, un pequeño porcentaje acaba en la calle. Este proyecto, pionero a nivel nacional, tenía previsto instalarse en Monzón pero el Ayuntamiento lo desechó por la “presión vecinal”. El alcalde, Isaac Claver, justificó su rechazo por la decisión contraria manifestada por un grupo de más de 120 vecinos de la zona donde se iban a ubicar, a la que hay que unir el rechazo de algún partido político.
