El incendio de Añón se da por extinguido tras 13 días pero sigue activo el de Laspuña

El fuego del macizo de Cotiella, que ya ha arrasado 125 hectáreas, está en una zona inaccesible y solo se puede combatir de día desde el aire. 

El incendio en el macizo de Cotiella (Laspuña) solo se puede combatir de día al ser una zona muy inaccesible.
El incendio en el macizo de Cotiella (Laspuña) solo se puede combatir de día al ser una zona muy inaccesible.
ATBRIF

Los incendios causados por las tormentas eléctricas del miércoles en el Pirineo y la sierra de Guara están ya más cerca de quedar apagados. El Gobierno de Aragón ha dado por extinguido los de SigüésCasbas, en el Parque Natural de la Sierra de Guara, aunque continúa activo el del macizo de Cotiella, en el municipio de Laspuña, iniciado a causa de un rayo latente. También se consideran apagados el de Oliete y el que ardió durante 13 días en la zona del Moncayo.

El incendio de Laspuña ya ha arrasado 125 hectáreas de matorral y erizón, según el balance provisional facilitado este sábado por el Gobierno de Aragón. El fuego, distribuido en varios focos, se localiza en una zona de muy difícil acceso que impide a las cuadrillas terrestres permanecer allí por la noche para combatirlo. Se intenta atajar de día con un amplio despliegue aéreo. Esta mañana se han reincorporado los efectivos.

El viernes trabajaron allí una cuadrilla helitransportada, dos terrestres, un helicóptero de coordinación y una decena de medios aéreos entre los aportados por la Comunidad Autónoma y los que movilizó el Ministerio para la Transición Ecológica, que desplazó varios helicópteros bombarderos y aviones anfibios.

"Es una zona muy escarpada, con mucha piedra e irregular y sería muy peligroso trabajar allí durante la noche", explica el alcalde de Laspuña, Antonio Castillo. Incluso los trabajadores de los servicios de extinción hablan de la "complicadísima orografia, difícil incluso hasta para desembarcar a las brigadas".

El alcalde lamenta que, aunque llovió en la zona, no cayó agua sobre el perímetro del fuego. Castillo confía en que si las condiciones son favorables, el fin de semana se pueda estabilizar. Se inició el jueves por la mañana por un rayo latente que impactó en el monte la noche anterior, aunque la vegetación no prendió hasta horas después.

Mejores noticias hay para el de Sigüés, que ya se ha dado por extinguido. También están apagados que quemaba en la sierra de Guara y uno de los dos focos de Bailo, iniciados la misma noche del miércoles, mientras el otro se considera estabilizado. 

A lo  largo del viernes también se produjeron otros pequeños incendios. Uno de ellos se declaró en Loscorrales, en la provincia de Huesca, que se reprodujo por la tarde. Trabajaron en él la unidad helitransportada de Ejea y dos cuadrillas terrestres. Asimismo prestó apoyo la unidad de Protección Civil de la Comarca de la Hoya de Huesca. Y hubo varios focos en Peñarroya de Tastavins y Calatayud

Después de 13 días

Además, el Gobierno de Aragón dio por extinguidos los incendios originados en Oliete y Añón de Moncayo. El de Teruel, ocasionado por un rayo en la tarde del miércoles, ha abrasado 110 hectáreas de matorral y estuvo activo hasta la noche del jueves.

El más virulento en agosto en Aragón fue el que amenazó el Parque Natural del Moncayo. Tras 13 días, finalmente se dio por extinguido ayer después de arrasar 6.000 hectáreas, aunque la administración estima que puede ser una cifra un poco más elevada. Obligó a desalojar a 1.500 vecinos de ocho municipios.

Respecto a la decisión "bienintencionada" del Gobierno de España de vetar el uso de maquinaria durante una alerta roja por incendios, el presidente de Aragón, Javier Lambán, lamentó que sea "absolutamente ajena" a la realidad económica del territorio. "Es peor el remedio que la enfermedad", concluyó.

Por ello, abogó por "debatir con serenidad" con los responsables nacionales para "hacerles ver las consecuencias que puede tener". "El problema de los incendios forestales no se puede acometer con medidas reactivas. Hay que esperar que las aguas se remansen para verlo con cierta perspectiva", instó, al tiempo que explicó que el cambio climático, económico y de ocupación del territorio hacen que los fuegos se conviertan en un "fenómeno totalmente nuevo" que no se puede atacar con "soluciones apresuradas y simplistas".

Por su parte, el presidente del PP-Zaragoza, Ramón Celma, se reunió con una veintena de agricultores, ganadores y cazadores afectados por el incendio de Ateca, que arrasó con 14.000 hectáreas el pasado julio. Allí denunció que las ayudas solo serán justas "si son rápidas y ágiles" para recordar que "ya han pasado unas semanas" desde que se declarara el fuego.

Celma recriminó que hay tres administraciones para solventar este problema grave, por lo que "no hay justificación para el silencio, ni para la falta de ayudas, ni para dejar que funcionen por inercia los agricultores y ganaderos que dan sustento económico y poblacional a la comarca".

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