Huesca brinca al paso de la procesión de San Lorenzo y lanza vítores y aplausos

Miles de oscenses han salido a la calle en el día grande de las fiestas para acompañar el recorrido del santo por el centro de la ciudad, escoltado por los Danzantes, los cofrades, las mairalesas y las autoridades. 

Han sido dos años de oración callada el 10 de agosto, festividad de San Lorenzo y día grande de las fiestas de Huesca. Durante este tiempo, salvo para una reciente exposición, el busto en plata del santo ha permanecido en la sacristía de la basílica, a resguardo de las miradas de la  mayoría de los oscenses, que este miércoles han salido por miles a la calle para acompañar la procesión. A su paso, los vítores y aplausos han sido constantes.

Esta mañana Huesca sí ha lucido en blanco y verde para expresar su homenaje más sentido a San Lorenzo, cuya peana ha superado las cuestas y rampas del centro histórico guiada por los cofrades y escoltada también por quienes han vestido los trajes tradicionales de la provincia y de otros muchos lugares de Aragón

Nieves Susín, con un  traje de faena oscuro, ha indicado que sentía "una emoción que no se puede expresar con palabras, sobre todo después de dos años". Participa en la procesión y en la ofrenda del día 15 desde que era una niña. Su hija, Belén Pueyo, tiene 16 años y la acompaña desde que nació. Lleva un vestido de fiesta aragonés y que cuenta que su hermano, Lorenzo, está siempre entre el público para verlas.

La procesión se inicia cuando termina la actuación de los Danzantes, frente a la iglesia. Por la puerta grande sale la peana, adornada con claveles y portando el busto del santo. Este año, es posible que debido a los nervios del reencuentro, el tintinábulo y la umbela basilical, que portan los cofrades y encabezan la comitiva, han salido a destiempo,   cuando los primeros participantes, ataviados con los trajes tradicionales, ya habían alcanzado la plaza de San Pedro. El orden se ha recuperado al echarse estos a un lado y dejar paso a quienes anuncian la llegada del santo.

Las estrechas aceras de las calles La Correría y San Salvador se han llenado de público para lanzar vivas al santo y animar a Pedro Albero, el danzante de las cintas, en su apasionado baile. Tras él, el resto de componentes de la agrupación, en un chocar de espadas continuo acompañado de saltos y sonrisas. Como un rato antes en la plaza de San Lorenzo, la Banda de Música de Huesca ha marcado el ritmo.

Entre los espectadores estaban Helena Ciprés y su marido, Peter Milner, de Huesca y Liverpool, respectivamente, llegados de California. Él ha alabado el hecho de que "los hijos recojan y de que la tierra abrace  su herencia folclórica". Los Danzantes, a los que ha visto por primera vez, le han parecido "muy habilidosos" y "es sorprendente que no hayan olvidado los bailes. Ella ha señalado que procede de familia de cofrades y que este martes han estado en las Completas. Han venido con tres hijos, que van a su marcha, y ya han estado en Aínsa y la zona de Jaca. Helena quiere acercarse también a Ribagorza.

También ha sido el primer 10 de agosto para Lorenzo, un bebé de 27 días que, vestido de danzante, se ha sumado a la tradición de la familia. Su madre, Alba Catalán, y su hermana Eva, de cuatro años, salen igualmente el día 15. Han partido desde la basílica y, en la Cuesta de Santiago, el bebé aún resistía dormido.   

La corporación municipal, con el alcalde, Luis Felipe, a la cabeza, también acompaña a la procesión desde su inicio. Hace años, su presencia era muy esperada en el rincón del Jerezano, donde La Correría enlaza con la plaza de San Pedro. Allí, delante de un bar con dicho nombre y ya inexistente, se criticaba la gestión del gobierno local lanzado periódicos. Hace tiempo que la protesta se desplazó hasta la Cuesta de Santiago, junto al Ayuntamiento, y este miércoles, en el todavía popular recoveco solo se ha escuchado un ¡Viva el alcalde!

Deprisa, porque se ha salido con cierto retraso, la procesión ha emprendido por la calle Las Cortes la subida al plaza de la Catedral. Los portadores de la peana, los Danzantes y los fieles han hecho una parada técnica, para descansar y permitir que se reincorporaran al desfile las autoridades civiles, representadas esta vez por el presidente de Aragón, Javier Lambán, y eclesiásticas, con el obispo de Huesca, Julián Ruiz.

Desde aquí, el desfile procesional ha iniciado el camino de retorno a la basílica de San Lorenzo, pasando por el Coso y bajo una luminosa mañana, en la que han brillado como nunca las pañoletas verdes, también desde los balcones. Con cierto retraso, la comitiva ha llegado a la iglesia, donde los fieles han aplaudido a los Danzantes, que entran bailando, y se ha celebrado la solemne misa pontificial.

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