Dos denuncias por pinchazos y otra de abusos el primer día de San Lorenzo
La Policía Nacional ha activado el protocolo derivando a las víctimas de los pinchazos, de 16 y 35 años, a los servicios sanitarios.
El primer día de las fiestas de San Lorenzo en Huesca ha dejado un balance preocupante en cuanto a agresiones a mujeres. Se temía que con las aglomeraciones llegara a la capital oscense la oleada de denuncias por pinchazos que hay en el país, con la posible inoculación de drogas de sumisión, y así ha sido.
La Policía Nacional ha confirmado que ha tenido que activar la tarde de este martes el protocolo ante posibles pinchazos en el marco del dispositivo de seguridad con motivo de las fiestas de San Lorenzo.
Uno de los casos es el de una mujer de 35 años que ha contactado con agentes de la Policía Nacional sobre las 18.00 explicando que se encontraba celebrando las fiestas y que sobre las 13.00 ha notado un pinchazo, tras lo cual ha continuado con sus acompañantes. Los agentes han puesto en marcha el protocolo, derivando a la mujer a los servicios de Urgencias del Hospital San Jorge para su atención.
Un segundo caso es el de una menor de 16 años, que sobre las 19.30 también ha notado lo mismo, poniéndolo en conocimiento de los servicios de Protección Civil, que tienen instalado en el centro de la ciudad un hospital de campaña. También ha sido derivada a los servicios médicos.
La Policía no ha facilitado más detalles, al estar todavía activos ambos protocolos y pendientes de los exámenes médicos a las dos mujeres.
También durante la tarde de este día 9 de agosto, se ha recibido en la Comisaría de Huesca una denuncia por abuso sexual, derivada desde los Puntos Violeta establecidos por el Instituto Aragonés de la mujer y el Ayuntamiento de Huesca.
El único caso de pinchazo que ha trascendido en Aragón hasta la fecha es el de una joven de Lérida que dijo haber sufrido uno cuando asistía recientemente al Monegros Desert Festival en Fraga. La mujer iba acompañada de su pareja y quedó aturdida y se le durmieron las extremidades por lo que fue trasladada en ambulancia al Hospital Arnau Vilanova de Lérida.
El Ministerio del Interior hablaba hace unos días de unas 60 denuncias en toda España. Las Fuerzas de Seguridad están estudiando qué hay detrás, si se trata de un fenómeno de sumisión química para cometer un delito o si lo que se persigue es crear una "sensación de inseguridad".
