El campamento de verano de Down Huesca vuelve a Fonz

Una treintena de jóvenes de la provincia altoaragonesa y de Alcañiz disfrutan de una semana de convivencia.

Imagen de archivo del campamento de verano de Down Huesca en Fonz
Imagen de archivo del campamento de verano de Down Huesca en Fonz
J. L. P.

Los usuarios de Down Huesca están felices de volver a reencontrarse en el albergue escuela de La Sabina en Fonz con sus compañeros de la asociación Las Cañas de Alcañiz en el clásico campamento de verano que se organiza en la localidad mediocinqueña por estas fechas y que fue suspendido hace dos veranos por la pandemia.

Desde este lunes 18 y hasta el domingo 24, una treintena de jóvenes, usuarios de las asociaciones Down Huesca y Las Cañas de Alcañiz, conviven en el medio rural disfrutando de las vacaciones de verano, conociendo la provincia de Huesca y también realizando talleres. Junto a ellos 3 profesionales de las citadas asociaciones, padres, el psicólogo y pedagogo Elías Vived, impulsor de esta Escuela de Vida Independiente, y una docena de voluntarios, entre ellos 5 procedentes de DKV.

El Campamento comenzó con un recorrido por Fonz y una cena y baile de bienvenida. El martes, visitaron el albergue los usuarios con discapacidad intelectual del Centro Ocupacional Nazaret de Cáritas Diocesana Barbastro–Monzón en Binéfar que participaron en las actividades propuestas y obsequiaron con jabones elaborados por ellos mismos, a todos los participantes del campamento.

En la jornada de este miércoles, el programa contempla la visita a la posición artillera de Fonz durante la Guerra Civil, piscina, amigo invisible, … Para el jueves hay prevista una excursión a Graus, Panillo y Aínsa y una observación de las estrellas desde el Domo del albergue.

El viernes habrá un taller de pintura y fiesta de disfraces, el sábado se recorrerá la Ruta del Agua de Fonz y se participará en un juego de búsqueda del tesoro con pistas y regalos para terminar con una cena y fiesta fin de campamento.

El psicólogo de Down Huesca y director del campamento de verano, Jesús Falceto, valora la experiencia como “muy positiva. Los usuarios están disfrutando mucho del campamento y de sus diversas actividades. Se está creando un clima de conexión entre ellos que no se podría conseguir de otra forma”.

La convivencia fuera del hogar ayuda además a desarrollar la autonomía de estos jóvenes con discapacidad intelectual. “Desde poner las mesas, ducharse, vestirse, recoger, … todo viene fenomenal para conseguir autonomía para ellos, y además hay que tener en cuenta el respiro familiar que supone esta iniciativa”, apunta Jesús Falceto que considera que el albergue La Sabina “debe de tener un gran empujón con diferentes actividades para personas con o sin discapacidad intelectual”.

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