Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Consternación en Graus por la muerte de Ángel Aventín

La noticia del fallecimiento del presidente de la Asociación Ramiro I y activo promotor de iniciativas culturales y sociales causa honda consternación en la Ribagorza, donde era una persona muy querida.

Ángel Aventín, presidente de la Asociación Ramiro I.
Ángel Aventín, presidente de la Asociación Ramiro I.
Angel Gayúba

La noticia del fallecimiento de Angel Aventín, presidente de la Asociación Ramiro I y activo promotor de iniciativas culturales y sociales, ha causado una honda consternación en Graus, localidad en la que era una persona muy querida.

Armado siempre de una radiante sonrisa y un optimismo inquebrantable, Aventín ha sido en los últimos años impulsor de las más diversas iniciativas de promoción y divulgación de la historia, la cultura y el patrimonio arquitectónico, etnológico y natural de Graus –especialmente- y del resto de Comarca de Ribagorza. Una Ribagorza que ha reclamado insistentemente en los más diversos foros que se nombre así, sin artículo, ya que se ha erigido en los últimos tiempos en uno de los más perseverantes e infatigables reivindicadores de la necesidad de suprimir los artículos en la denominación oficial de las comarcas aragonesas para que recuperen su nombre original.

Especialmente interesado en reivindicar la figura del primer rey de Aragón, Ramiro I, Aventín creó hace casi dos décadas la asociación homónima desde la que ha impulsado la realización de numerosas actividades para dar a conocer la figura del monarca que falleció en 1063 durante su intento de tomar la plaza fuerte grausina, entonces en manos musulmanas.

Con una enorme capacidad de aunar voluntades y de implicar a gentes de los ámbitos más variados en sus proyectos, de la mente infatigable de Aventín han surgido estos últimos años la convocatoria de distintos concursos, la programación de conferencias sobre los asuntos más variados, la organización de excursiones guiadas para dar a conocer el patrimonio ribagorzano. 

También a su mente inquieta y su creatividad se debe la promoción de lo que bautizó como 'polilitos', las piedras en equilibrio para las que llegó a organizar hasta tres campeonatos internacionales en los veranos grausinos. Igualmente, familiares y allegados recordaban ayer que fue el gran impulsor de otras muchas iniciativas que -ahora- se han quedado huérfanas tras el fallecimiento de quien, por encima de todo, hizo gala durante toda su vida de una inmensa bonhomía.

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