La empresa de la tirolina de Alquézar estudia demandar al Ayuntamiento por daño patrimonial

Fun Canyon SL señala que en 2019 el pleno del Ayuntamiento declaró el proyecto de interés social para luego desestimarlo por la presión vecinal.

La tirolina de Alquezar se proyecta sobre el barranco de Vero
La tirolina de Alquezar se proyecta sobre el barranco de Vero
H. A. 

La empresa promotora de la tirolina de Alquézar, Fun Canyon, SL, proyecto desestimado por el INAGA por importantes impactos medioambientales y la constelación social generada en el municipio, está valorando jurídicamente demandar al Ayuntamiento por el daño patrimonial provocado por su cambio de actitud con esta polémica iniciativa.

Fun Canyon, SL firmó varios y sucesivos acuerdos/convenios en 2017 y 2018 con el Ayuntamiento y, en 2019, el pleno del Ayuntamiento aprobó la declaración de interés social del proyecto. Sin embargo, la fuerte contestación social y medioambiental que generó este macroproyecto turístico en la localidad, provocó que el Ayuntamiento cambiara su punto de vista con respecto a esta iniciativa y no concediera finalmente los permisos y promoviera una recogida de alegaciones.

Según indican desde la empresa, el convenio obligacional firmado entre Fun Canyon, SL y la Corporación representada por el alcalde de Alquézar, Mariano Altemir, incluía un alto grado de concreción, en aspectos como el uso privativo de terrenos de titularidad municipal, el emplazamiento (puntos de entrada y salida de la tirolina) y o el establecimiento de tasas, entre otros.

De acuerdo al convenio firmado, el Ayuntamiento de Alquézar recibiría una aportación de 30.000 euros anuales por la ocupación de terrenos. En el convenio, firmado y sellado, se señala expresamente que el Ayuntamiento de Alquézar “ha sido informado, estando interesado en dar visto bueno para la construcción y puesta en marcha de la tirolina”. El convenio señala medidas de integración paisajística, que luego se recogen en los estudios pertinentes de evaluación ambiental.

Tras la firma de acuerdos y la concesión de la declaración de interés social, la empresa encargó estudios detallados ambientales, patrimoniales, paisajísticos y de ingeniería; incurriendo para ello en elevados costes y un desembolso económico, según explican en nota de prensa.

Cambio de postura del Ayuntamiento

Una vez declarado el proyecto de interés social, y realizadas las inversiones precisas para su desarrollo por parte de Fun Canyon SL, la Corporación municipal, cambió de postura, sumándose a las alegaciones vecinales en contra del proyecto, impulsadas por la plataforma Alquézar Sostenible, creada por varios colectivos conservacionistas y vecinos para detener este proyecto. Su respaldo social y las alegaciones presentadas fueron determinantes para que el Inaga informara en contra. Según Fun Canyon SL, la propia Corporación municipal auspició, de manera sorprendente, una recogida de firmas en contra del proyecto, cuando sólo tres meses antes había declarado el proyecto de interés social.

El alcalde de Alquézar, Mariano Altemir, considera lícito el derecho de la empresa a pedir responsabilidades y justifica el cambio de su postura debido a la reacción social. “En un principio estuvimos a favor y le dimos el interés social. Pero luego una mucha protesta, la sociedad no estaba porque se hiciera. Cuando nos llegue la demanda al Ayuntamiento se analizará con el secretario interventor y con los abogados de la Diputación Provincial de Huesca. A partir de ahí el Ayuntamiento que es soberano decidirá. No hay nada más que decir”, afirma.

Vuelo de 1.275 metros

La tirolina estaba diseñada con una longitud de 1.275 metros, para sobrevolar a vista de pájaro el río Vero, de manera cómoda y segura, en una actividad apta para personas de cualquier edad. La tirolina proyectada partía desde la zona del aparcamiento municipal de Alquézar y llegaba al Paraje de Viña Matriz, tal y como se precisó en todos los documentos firmados con el Ayuntamiento de Alquézar. Una de las acciones que se iban a llevar a cabo era la creación de un sendero de interpretación botánico en la salida de la tirolina, así como la donación de un porcentaje de los beneficios a favor de asociaciones protectoras de la avifauna y el entorno.

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