Los 2.670 wasaps de la acusada del crimen de Broto no arrojan signos de malos tratos

Una psicóloga de la cárcel de Zuera asegura que Daniela Valencia sí presenta síntomas del síndrome de víctima de violencia de género. Este viernes se presentarán las conclusiones y el jurado empezará a deliberar el lunes.

El juicio por el crimen de Broto se celebra en la Audiencia Provincial de Huesca.
El juicio por el crimen de Broto se celebra en la Audiencia Provincial de Huesca.
Verónica Lacasa

Del análisis de los 2.670 wasaps que almacenaba el móvil de Daniela Valencia de conversaciones con su exnovio Geovanny Valencia, al que mató de varias cuchilladas en Broto el día de San Valentín de 2020, "no se pueden desprender indicios medianamente sólidos de violencia de género" por parte del fallecido. Así lo han asegurado este jueves, en la cuarta sesión del juicio con jurado por este crimen que se celebra en la Audiencia Provincial de Huesca, los dos expertos tecnológicos de la Guardia Civil que estudiaron concienzudamente los terminales móviles de la acusada y la víctima. Ambos son también especialistas en esta materia ya que durante varios años formaron parte del Equipo de Mujer y Menor (Emume) que se hace cargo de los casos de malos tratos y, según su experiencia, en este tipo de situaciones suelen aparecer mensajes "muy amenazantes e insultantes", algo que no encontraron en este caso. 

Los dos peritos han explicado que del estudio de las conversaciones y del número de llamadas de los dos móviles se deduce que tenía una relación "intermitente", al igual que la que había entre Daniela y otro joven con el que le fue infiel a Geovanny. A su juicio, una de las pruebas que descartaría una actitud de control por parte de la víctima hacia la acusada es que en los cinco meses analizados, ella le llamó por teléfono en 533 ocasiones y él a ella en 234. "Era ella la que estaba siempre encima y la mayoría de veces, Geovanny no contestaba porque en ese momento no podía al estar trabajando", han señalado, al tiempo que han insistido en que el fallecido mostraba una continua "desconfianza" hacia la acusada por si le había vuelto a engañar. 

También han afirmado que en todas esas conservaciones por wasap no encontraron ningún insulto de él hacia ella y que en las 52.000 imágenes que contenía el móvil de Daniela no había tampoco ninguna en la que se apreciaran signos de malos tratos. "No vemos acoso por parte de ninguno de los dos", han resaltado. Y tampoco han apreciado "sumisión" por parte de la acusada.

El día de los hechos, han explicado, Daniela le llamó a él 34 veces y Geovanny lo hizo en 10 ocasiones. Para los investigadores, el "detonante" fue una conversación con la tía del joven con el que había sido infiel Daniela en la que el fallecido se enteró de que había vuelto a estar con él. Este le envió un último wasap asegurándole: "Yo por usted no voy a perder la vida, piérdase". Poco después, la acusada fue al piso de Geovanny y le mandó una foto de su dormitorio que luego eliminó. En ese momento, se inició la última llamada entre ellos de 20 minutos y 44 segundos cuyo contenido desconocen. Minutos después, él se dirigió a su casa y se produjo la agresión mortal

Sin embargo, la psicóloga de la cárcel de Zuera, donde Daniela Valencia ha estado ingresada provisionalmente desde su detención hace más de dos años, ha testificado que la acusada presenta síntomas compatibles con el síndrome de la mujer maltratada como hiperirritación, impotencia, tristeza... Según lo que le contó ella, "Geovanny era celoso, posesivo, se enfadada de manera desproporcionada si le veía hablar con otras personas, y recibía golpes y empujones". Esta experta considera que la acusada tiene "unos sentimientos de culpa tremendos y arrepentimiento" y cree que pudo actuar de esa forma por "miedo" al sufrir una situación de estrés postraumático.

Mientras, el padre y la madre de Daniela han declarado que querían a Geovanny "como un hijo" y que con ellos siempre fue "muy educado", aunque también han coincidido en calificarle como "muy celoso y controlador". Y aunque han reconocido que nunca vieron episodios de malos tratos entre ellos, sí que oyeron llorar a su hija en más de una ocasión y otros familiares les advirtieron de que Daniela tenía a veces moratones pero ellos no les creyeron. "Una vez le pregunté a mi hija y me contestó que se había dado un golpe con una puerta", ha dicho la madre.

"Recibió las puñaladas de forma sorpresiva y no pudo defenderse"

En esta cuarta jornada también han testificado otros peritos de la Guardia Civil, entre ellos el especialista que llevó a cabo la inspección ocular del domicilio. Tras hacer un repaso minucioso de todas las manchas de sangre por goteo, por contacto y por proyección halladas, ha asegurado que la víctima recibió las puñaladas frontalmente cuando se estaba quitando la chaqueta, quedándose su brazo izquierdo todavía dentro de la manga, y mientras sostenía unas llaves en la mano derecha. "Fue de forma tan sorpresiva que en ningún momento pudo protegerse, defenderse o repeler la agresión", ha subrayado, insistiendo en la tesis que también sostuvo la Policía Judicial. 

Además, ha dejado claro que una salpicadura a alta velocidad hallada a 1,8 metros de altura en la pared en sentido descendente y de izquierda a derecha "es de un movimiento de apuñalamiento al retirar el cuchillo del cuerpo hacia atrás", lo que demuestra a su juicio que le acuchilló desde el primer o segundo escalón de la escalera. También ha negado, pese a lo que mantuvo la acusada, que tras cometer la agresión ella quiso suicidarse tirándose por la terraza porque, según sus análisis, "no se abrió en ningún momento". Tampoco encontraron indicios de pelea ni de forcejeo en el salón.

Varios expertos en criminalística, biología y química han expuesto los resultados de los análisis de los dos cuchillos que se encontraron en la escena del crimen (no tenían huellas identificables), las múltiples manchas de sangre (que arrojaron perfiles de Geovanny, de Daniela y otros mezclados de ambos) y las fibras de las ropas rajadas (compatibles con un arma de un solo filo como las que se recuperaron).

Este viernes, la Fiscalía, la acusación particular (Marcos Francoy) y la defensa (Eladio Mateo) presentarán sus conclusiones finales y está previsto suspender el juicio hasta el próximo lunes, cuando los miembros del jurado serán citados de nuevo en la Audiencia Provincial para deliberar sobre el veredicto.

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