Enmudece la voz de la jota de ronda del Alto Aragón

Fallece a los 91 años Joaquín Campodarve Lalueza, jotero rondador de Pozán de Vero.

Joaquín Campodarve ha muerto en Barbastro a los 91 años.
Joaquín Campodarve ha muerto en Barbastro a los 91 años.
José Luis Pano

La voz atronadora que salía de la trémula garganta de Joaquín Campodarve Lalueza, nacido en Pozán de Vero hace 91 años, cesó este miércoles en Barbastro pero no así el recuerdo entre tantos vecinos del Somontano y del Alto Aragón a quienes el jotero rondador, junto a su maestro Vicente Cambra, cantador de Morilla –y más tarde con su discípulo Paco Cambra ,’El chato’ de Pallaruelo de Monegros-, alegró las fiestas de sus pueblos, poniendo la nota jocosa propia de este género baturro en plena posguerra y prácticamente hasta nuestros días.

Joaquín Campodarve era uno de los grandes joteros aragoneses. Aprendió el arte más purista en Huesca de la mano de Fidel Seral. Se inició en la jota navarra, hasta profundizar en la riqueza de estilos de la aragonesa. De la mano de Seral y más tarde con Camila Gracia, Joaquín debutaba en Radio Juventud Barbastro en 1954 y al poco tiempo conseguiría el primer premio en el certamen de jotas del Teatro Olimpia en Huesca, en 1955. 

Desde entonces se subió a los escenarios de los mejores teatros de España y Francia, y hasta pudo girar con la Agrupación Folklórica San Lorenzo de Huesca en E.E.U.U., viaje que declinó por no dejar la cosecha en sus campos de Pozán. Y es que Joaquín era labrador y entre faena y faena entonaba las coplas aprendidas o improvisadas. 

Fue precisamente el arte de la improvisación lo que le hizo más célebre. Y es que pese a dominar los palos más clásicos desde 1954 ya inició a rondar por las fiestas de una quincena de pueblos, de la mano de su maestro y vecino del Somontano, Vicente Cambra. Número de localidades que fue aumentando aunque en sus seis décadas como jotero rondador nunca faltaba las de Buera, Graus o Pueyo de Santa Cruz, que consideraba las tres más especiales de la provincia por el ambiente que se suscitaba en torno a ellas. Fue la jota de ronda la que le hizo entrar en los corazones de tantas casas del Alto Aragón para quien Joaquín siempre tenía una copla.

Retirado Cambra, el de Pozán de Vero encontró en ‘El Chato’ a su sucesor natural de este arte juglaresco, al que desde hace unos años se ha sumado con éxito Javier Badules, garantizando así este la pervivencia de estilo más canalla, somardo a la par que emotivo que es la jota de ronda.

Joaquín Campodarve fue profeta en su tierra. Nació en el número 7 de la calle que lleva su nombre y ha sido objeto de muchos homenajes y hasta de la edición de un libro, publicado por la asociación cultural de su querido Pozán de Vero, entonces presidida por el malogrado José María Mur. Siempre fue fiel a la Semana Cultural de Pozán firmando en los programas varias coplas, muchas de ellas recogidas en el citado libro y otras pendientes de ser recopiladas.

Joaquín deja viuda, Victoria Vidal – el amor de su vida a la que fue a rondar a Bergua-, y tres hijas, María Ángeles, Mariví y María Jesús, y dos nietos, Andrés y Joaquín. Pero sobre todo deja una banda sonora ligada a las fiestas populares más genuinas, en las que una guitarra, una bandurria y una voz profunda, mojada por el vino en porrón, servían para emocionar y divertir en los tiempos en los que no habían disco – móviles ni megafonía.

Al margen de la jota, su bonhomía le llevo a ser juez de paz y alcalde durante el Franquismo, de 1964 a 1972, años en los que no dejo de rondar por los pueblos.

Joaquín Campodarve será enterrado en la iglesia parroquial de Pozán de Vero a las 17.00 de este jueves. La alcaldesa de municipio, Rosana Marcos, señalaba que la pérdida del vecino más ilustre "ha sido triste, pues Joaquín ha sido no solo un jotero de renombre del que este municipio siempre estará orgulloso, pues el supo llevar el nombre de Pozán por allá donde iba con sus coplas, si no que lo que más nos pesa es el despedir a un vecino, a un pozanero con su calidad humana, su compromiso con su pueblo, y  sobre todas las cosas su cariño y buen talante para todos sus vecinos. En Pozán de Vero siempre se le recordará, pues ha dejado su buena impronta para los anales de la historia de su pueblo natal”.

Mientras que el presidente de la Comarca, Daniel Gracia, aseguraba que todos los vecinos del Somontano “lo recordaremos siempre por los buenos momentos que ha proporcionado en las fiestas en todos los pueblos, haciéndonos estremecer y sonreír a partes iguales con un sentimiento tan nuestro como es la jota”.

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