Fornillos recuperará su puente románico, salvado de la inundación de Montearagón

La CHE licita por cerca de 450.000 euros y un plazo de seis meses las obras para reubicar y volver a montar la estructura que fue trasladada piedra a piedra hace más de 20 años.

El puente medieval de Fornillos fue desmontado piedra a piedra hace 21 años para evitar que quedara anegado por el pantano de Montearagón.
El puente medieval de Fornillos fue desmontado piedra a piedra hace 21 años para evitar que quedara anegado por el pantano de Montearagón.
Rafael Gobantes

Hace casi 21 años, en julio de 2001, las 323 piedras que componían el puente románico de Fornillos sobre el río Flumen fueron desmontadas una a una para evitar que quedara inundado por el embalse de Montearagón y ahora por fin va a recuperar su aspecto original aunque en un nuevo emplazamiento. La Confederación Hidrográfica del Ebro acaba de sacar a licitación el proyecto de reubicación y montaje de este histórico paso construido en el siglo XVI por un importe de 450.000 euros y un plazo de ejecución de seis meses

La propia declaración de impacto ambiental de la construcción de la presa de Montearagón recogió en 1992 la obligación de desmontar y trasladar este puente románico, que conservaba el arco y gran parte de los estribos. Al tratarse de un bien histórico de gran valor arqueológico y cultural y muy demandado por los vecinos de la zona, se desmontó y almacenó en una nave del polígono Sepes de Huesca, utilizando la metodología más adecuada a su edad cronológica, para facilitar su reposición con el fin de colocarlo en un nuevo emplazamiento.

Ubicado entre los términos municipales de Huesca y Loporzano, tiene una longitud de 15,86 m y una altura en clave del arco de 5,57 m, siendo su estado de conservación bastante bueno. Ahora se pretende realizar su traslado, y restauración, incorporándolo como elemento central de una nueva área recreativa, que se obtendría por la rehabilitación de los terrenos que se emplearon para albergar las instalaciones de la presa. 

Así, el proyecto contempla la construcción de una zona verde de contenido histórico y cultural aguas arriba de la presa, junto al estribo derecho, para devolver a los habitantes de los núcleos más cercanos afectados por las obras del embalse, Fornillos y Barluenga un espacio de disfrute y descanso, donde será protagonista la reubicación del citado paso. 

Para ello, se prevé restaurar y acondicionar los terrenos (1,6 hectáreas), dotándolos de infraestructuras que potencien su valor paisajístico y medio ambiental. Este área dispondrá de espacios con vegetación autóctona, aparcamiento de vehículos y bicicletas, viales peatonales, zonas de paseo, bancos y papeleras. Habrá un camino de acceso con una suave pendiente ascendente de unos 100 metros de longitud hasta el puente, sobre el que no se permitirá pasar con el fin de preservar la estructura.

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