Ronqueo de un atún de 300 kilos para celebrar en Huesca el centenario de La Coruñesa
La empresa oscense empezó siendo una pequeña pescadería y actualmente tiene 31 trabajadores y más de 800 puntos de venta en Aragón.
Un atún rojo de la almadraba de Barbate ha sido este lunes el protagonista de la celebración del centenario de la empresa oscense La Coruñesa, líder en la distribución de pescado y marisco frescos y de congelados, que en los últimos años ha ampliado su radio de acción a Zaragoza. Fue fundada en Huesca en 1922, a partir de una pequeña pescadería en la plaza del Mercado ,y después de contar con distintos propietarios, en 1981 la adquirieron profesionales del sector, unidos para mejorar la distribución.
La Coruñesa cuenta hoy con 800 puntos de venta entre comercios, supermercados, hoteles, restaurantes, empresas de cáterin o colegios. Distribuye más de mil referencias de productos de caladeros de todo el mundo (vieiras y bacalao de Noruega, ostras y mejillones de Francia, cigalas de Dinamarca, bogavante de Canadá o rape de Escocia). Pero sobre todo trabaja con productos frescos de origen nacional. Da trabajo a 31 personas y este año prevé facturar 8 millones de euros.
Para celebrar un cumpleaños tan especial, ha preparado una espectacular demostración del arte del ronqueo del atún rojo salvaje de almadraba traído desde Cádiz, a cargo de especialistas de la empresa Petaca Chico. El pescado, de 311 kilos, ha sido cortado ante los más de 200 invitados, entre los que se encontraban el vicepresidente del Gobierno de Aragón, Arturo Aliaga, y el alcalde de Huesca, Luis Felipe.
El asesor de la empresa Petaca Chico, que comercializa el mejor atún rojo de Almadraba de Barbate, ha actuado de 'speaker' para describir paso a paso el trabajo de dos especialistas. El nombre de ronqueo viene del característico sonido de los cuchillos cuando pasan por la espina central. "Si queremos podemos sacar hasta 26 partes diferentes", ha comentado. Los técnicos han empezado por cortarle la cola y la cabeza, de donde salen hasta siete piezas comestibles, desde el morrillo (la pieza más apreciada) hasta el corazón, pasando por el paladar. La pieza, con un precio de unos 8.000 euros para La Coruñesa, se capturó el sábado.
Después ha habido una demostración del chef gaditano Juanlu Fernández, exdirector gastronómico de Aponiente, que además por la tarde ha ofrecido uno de los talleres de 'Huesca, La Magia de la Gastronomía', organizado por la Asociación Provincial de Hostelería y Turismo y patrocinado por La Coruñesa.
El director general de La Coruñesa, José Luis Sierra, ha recordado los dos años difíciles de pandemia, el mayor reto profesional hasta ahora, pero en los que han podido mantener la cartera de clientes. Esperan seguir creciendo y mantener la curva ascendente de las últimas décadas. En 2014 la empresa facturó 6 millones y este año prevé llegar a 8 millones, con 1.100.000 kilogramos comercializados. El consumo de pescado va en aumento, y sobre todo está subiendo el de agua dulce de piscifactoría.
Sierra ha mencionado a los cinco socios, de los 12 que en 1981 crearon la sociedad anónima, que todavía están en la empresa: Vicente Bernet, Angel Monpradé, José Antonio Casterad, Carlos Fanlo y Mariano Azón, este al frente del Consejo de Administración.
"No piso todos los días industrias que tengan 100 años de historia", ha dicho el vicepresidente Arturo Aliaga, y la ha puesto como ejemplo de empresas que a pesar de crisis como la pandemia "tienen un ADN tan especial que crecen en la adversidad".
Por su parte, el alcalde ha felicitado a la empresa en esta fecha tan especial. “Poner en marcha un negocio requiere esfuerzo y superar muchos obstáculos, y llegar a cumplir 100 años no es nada fácil”. Ha destacado dos valores de la empresa: la confianza y la cooperación. “A los 100 años es imposible llegar si se camina solo. Hay que caminar junto a los trabajadores, los clientes, los proveedores... Se consigue avanzar si se trabaja juntos, se coopera y se buscan las respuestas adecuadas en los momentos difíciles”, ha añadido Luis Felipe.
