Temperaturas de hasta -6 grados causan estragos en los frutales aragoneses
Los agricultores han estado toda la noche trabajando en las fincas con los sistemas antiheladas. Una de las comarcas más afectadas ha sido la Litera, donde estiman un 100% de pérdidas.
La masa de aire ártico que recorre la península en los primeros días de la primavera está causando estragos en el campo. Las heladas registradas la noche del sábado al domingo han afectado a numerosas comarcas frutícolas aragonesas, entre ellas el Bajo Cinca, la Litera o el Cinca Medio, donde se han medido temperaturas por debajo de cero grados que han obligado a poner en marcha los sistemas antiheladas.
Para muchos agricultores ha sido una noche muy larga. La han pasado en vela en sus fincas combatiendo el frío con todos los sistemas a su alcance, candelas de parafina, estufas y riego por aspersión, para tratar de minimizar los efectos. Pero las temperaturas han sido tan bajas, durante tantas horas, que en algunos sitios, poco se ha podido hacer, ha explicado el alcalde de Tamarite de Litera, Francisco Mateo. Esta ha sido una de las comarcas más perjudicadas. "Está todo arrasado. Los sistemas antiheladas pueden compensar unos 3 grados, no más".
Aquí los termómetros han bajado a -6,5 grados y han estado bajo cero casi ocho horas, desde la 1.30 hasta las 9.00. "Sabíamos que iba a helar, pero no esperábamos algo así. Ha sido una helada como pocas se han visto, por los grados y el tiempo que ha durado", asegura Vicente Urgeles, responsable comarcal de UAGA. Ahora solo queda confiar en Agroseguro porque las primeras estimaciones en la Litera apuntan a daños en el 100% de las fincas, incluyendo melocotón, nectarina, cereza y almendra, mientras la pera se podría recuperar algo con algún tratamiento.
El efecto ha sido más nocivo por las fechas, dado el avanzado estado del ciclo de las plantas a primeros de abril, que las hace más vulnerables. "A temperaturas tan bajas, no se pueden salvar ni con los sistemas antiheladas", insiste Urgeles. La del año pasado se produjo en marzo.
Lo ocurrido se engloba en las denominadas "heladas negras". "Son las que causan más daños, repentinas y sin humedad en el ambiente después de varios días de cierzo", apunta David Solano, miembro de la ejecutiva de UAGA, que califica la situación de "desastre absoluto", no solo para la fruta dulce, también para el almendro, donde no se emplean medios para combatir el frío
En algunas comarcas, como el Bajo Cinca, esperan que la repercusión sea menor que la pasada campana. "Las heladas han sido importantes, aunque la duración ha sido menor a la del pasado año y por lo tanto, esperamos que también sean menos importantes los daños", ha señalado Óscar Moret, responsable del sector de la Fruta de UAGA.
En general, en el valle del Cinca la helada ha sido generalizada, de Fraga a Binaced, donde verán reducida la cosecha, al igual que ocurrió el año pasado, sobre todo de la zona media del valle hacia arriba. Las temperaturas han bajado hasta los 2, 3 y 4 bajo cero, desde las cuatro o cinco de la mañana y hasta un poco después de la salida del sol. En Fraga, en general, han llegado a -2 y por ejemplo, en Belver a -4.
"Aunque todavía es pronto y hay que esperar, creo que habrá daños en melocotón y nectarina en el valle del Cinca y en la zona de la Litera, donde esta vez es posible que los daños sean mayores, ya que allí la helada ha sido mayor. El año pasado fue la zona que más se salvó", explica Moret. A la pera y a la manzana les ha pillado algo más retrasadas.
Los agricultores han activado todos los sistemas antiheladas a su alcance: aspersores, ventiladores, humo… "Habrá que ver si han hecho su trabajo y si han salvado la cosecha. El año pasado ni con eso. Entonces fue de las doce de la noche hasta las 8 de la mañana y este año son unas cuatro horas, la mitad. Y esa va a ser la única ventaja", indica el responsable del sector de la fruta de Fraga, que es consciente de que no está cubierta la totalidad del valle del Cinca con estos sistemas.
Según explica el agricultor y alcalde de Belver, Javier Carrasquer, el momento para el fruto ha sido todavía peor, ya que lo ha pillado totalmente desprotegido. No obstante, insiste en que las heladas han sido menos importantes en su zona. "Han sido menos horas y no esperamos un daño tan importante como el del pasado año". También explica el esfuerzo realizado durante toda la noche por los agricultores, que incluso han recurrido al humo, colocando y prendiendo montones de paja húmeda rodeando las fincas con el fin de suavizar las temperaturas. "Todavía nos queda eso sí una noche con previsión de temperaturas bajo cero", advierte.
Los sistemas de riego han servido para combatir el frío y proteger la fruta. "Han ayudado a minimizar el daño. Estamos ensayando con microaspersión, que tiene escaso consumo de energía y de agua", afirma el presidente del Canal de Aragón y Cataluña, José Luis Pérez. Advierte de que el riesgo persistirá todavía una o dos noches y hace hincapié en que el agua "también ha servido para salvar la cosecha de las heladas".
Por su parte, Óscar Moret ha destacado que los seguros de las heladas no garantizan la viabilidad de las explotaciones y además recuerda que el sector de la fruta se queda fuera de la PAC, lo que lo convierte ahora mismo en uno de los más desprotegidos, con una doble crisis a la que hacer frente: subida de precios y ahora, heladas. Confía en que la fruta sea prioritaria en los fondos de gestión de crisis.
