Aínsa también se blinda contra la proliferación de parques de renovables

El Ayuntamiento aprobará la semana próxima un cambio del plan de urbanismo para alejarlos de los núcleos urbanos y evitar su instalación de espacios naturales.

Enrique Pueyo, alcalde de Aínsa, durante su intervención en el Senado en la jornada de la Asociación de Pueblos Bonitos de España.
Enrique Pueyo, alcalde de Aínsa, durante una intervención en el Senado.
Ayuntamiento de Aínsa

El Ayuntamiento de Aínsa sigue el ejemplo de Jaca y Sabiñánigo y también modificará su plan urbanístico para limitar los parques solares y eólicos. El pleno aprobará el miércoles la modificación inicial del PGOU para regular la implantación de instalaciones de producción de energía eléctrica a partir de fuentes de energías renovables. La propuesta ha partido del equipo de gobierno socialista, que tiene mayoría absoluta en la corporación municipal.

La nueva normativa establece diversos criterios para su limitación. En primer lugar, se prohíbe ubicarlos en espacios naturales, de la Red Natura o montes de utilidad pública. También en zonas boscosas y en áreas de sensibilidad ambiental máxima, una clasificación realizada por la administración central en la que entraría el embalse de Mediano. Una empresa andaluza ha realizado una consulta al Ayuntamiento interesándose por instalar placas sobre el agua del pantano, aunque después de que saltara a los medios de comunicación ya no ha habido más contactos, según ha confirmado el alcalde, Enrique Pueyo (PSOE). 

Otro criterio tiene que ver con la distancia a los núcleos urbanos. No podrán acercarse a menos de 1.500 metros. Y asimismo se restringe su tamaño, pues no podrán ocupar más de 5 hectáreas de superficie. Todo ello hace prácticamente imposible la construcción de un parque de renovables en el término municipal. 

Aínsa tenía una moratoria en vigor desde abril del 2021, aprobada a raíz del interés de las empresas por instalar placas en Mediano. En el caso de este embalse, existen dos propuestas, uno de la firma cordobesa Magtel y otro de Acciona, que inauguró en 2020 en un pantano de Extremadura la primera plataforma fotovoltaica flotante del país. El Ayuntamiento mostró sus recelos ante el grave impacto paisajístico que podrían tener estos proyectos y por eso acordó por unanimidad una suspensión cautelar, durante un año, de las licencias urbanísticas y ambientales.

El Consejo Provincial de Urbanismo de Huesca avaló en enero pasado la moratoria aprobada por Jaca y Sabiñánigo en el mismo sentido y denegó la autorización a 16 proyectos. Un mes después estos dos ayuntamientos iniciaron los trámites para modificar  sus planes urbanísticos introduciendo una regulación.  

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