Refugios antiincendios y cámaras térmicas para salvar vidas bajo tierra
Caldearenas, el túnel más largo del puerto de Monrepós con 2.997 m, incorpora las últimas tecnologías en seguridad.
El accidente en el túnel de Montblanc entre Francia e Italia el 24 de marzo de 1999, donde 39 personas murieron carbonizadas o por inhalación de humo debido al incendio de un camión (agravado por la tardanza en reaccionar por parte de la empresa explotadora para impedir que entraran más vehículos una vez declarado el fuego), supuso un antes y un después en las medidas y protocolos de seguridad que debían cumplir estas infraestructuras. Una directiva europea marcó requisitos más exigentes que luego se traspuso al ordenamiento jurídico español en el Real Decreto 635/2006.
Los túneles de Monrepós incorporan las últimas tecnologías para garantizar una adecuada resolución de cualquier emergencia que se produzca en su interior. Y entre ellos, sin duda el más moderno es el de Caldearenas, uno de los últimos en ponerse en servicio. Con 2.997 m ocupa el puesto nº 14 en el ranquin de los más largos de España. A la cabeza está Somport con 8.608 m (5.759 m en el lado español), seguido de los de Manzanares (5.973), Viella (5.260) y Cadí (5.026).
Su principal diferencia respecto al resto de túneles es que cuenta con una galería de evacuación propia, al igual que ocurre en Petralba. Se trata de un túnel perforado en paralelo al principal que es de menor sección aunque permite el paso de camiones de bomberos y de otros vehículos de emergencia. También se usa para tareas de mantenimiento. A lo largo de él hay hasta siete refugios donde las potenciales víctimas de un accidente podrían permanecer a salvo hasta su evacuación. Y es que las propias puertas de estos ‘búnkeres’ subterráneos ofrecen una protección de más de dos horas contra temperaras de más de 1.000 grados en caso de incendio.
¿Qué hacer en caso de accidente?
El protocolo de actuación en caso de un incidente establece que el usuario, si puede, debe apagar el motor del vehículo, extraer la llave, dejarlo señalizado y acudir de inmediato a uno de los postes SOS para pedir ayuda. Estos se están ubicados en cabinas propias aisladas del ruido que produce el tráfico en el propio túnel para garantizar con ello una buena comunicación con los operadores. Allí le darían las instrucciones a seguir y en caso de gravedad, le recomendarían que se autoevacuara hacia uno de los refugios hasta que pudieran rescatarle los servicios de emergencia.
Afortunadamente, desde su inauguración no ha tenido que utilizarse hasta ahora ninguno de estos refugios. Los túneles disponen de cámaras térmicas frente a las puertas de cada uno de ellos para poder distinguir a las personas que se estén moviendo por el interior del túnel durante un incendio ya que el humo impide la visión en las cámaras normales.
Otra de las medidas de seguridad previstas contempla la posibilidad de enviar mensajes a los usuarios del túnel en caso de emergencia a través de cuatro emisoras de radio que no interrumpen su emisión en el interior (SER, Los 40 Principales, Cadena Dial y Aragón Radio).
A la salida del túnel de Caldearenas hay una gran balsa de recogida de aguas que se filtran de la montaña y con la que se llenan los depósitos de protección contra incendios de todos los túneles para que estén listos en caso de que los bomberos tengan que utilizarlos. Además, hay barreras, semáforos y ventiladores que permitirían activar el sentido bidireccional de los túneles en una situación de emergencia.
Desde el Ministerio de Transportes resaltan que para tratar de mitigar las consecuencias de cualquier incidencia grave, se realizan inversiones muy importantes en instalaciones. Y aunque la probabilidad cero de accidentes no existe, los túneles del puerto de Monrepós se consideran seguros ya que, de hecho, los estudios estadísticos y los análisis de riesgo indican que es más factible que se produzcan fuera ellos porque hay menos vigilancia, menos equipamiento...
