Acusados dos cazadores de Monegros de matar a tiros a sus perros cuando ya no les servían

Los cuerpos fueron abandonados en el campo ocultos entre ramas o sumergidos en el agua. La condena por estos hechos va a 6 a 18 meses de prisión. "Sale muy barato", dice el abogado de la asociación Anadel, que se personará en la causa.

El cuerpo de uno de los perros abandonados después de dispararle con la escopeta.
El cuerpo de uno de los perros abandonados después de dispararle con la escopeta.
Guardia Civil

La Guardia Civil ha investigado a dos cazadores que mataron a tres perros de un disparo cuando ya no servían para la actividad cinegética. Los hechos ocurrieron en la comarca de los Monegros y los autores están acusados de un presunto delito de maltrato animal. Se trata de dos operaciones distintas pero que han coincidido en el tiempo, según la Comandancia de Huesca.

La actuación la ha llevado a cabo el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona). Los investigados son dos varones de 39 y 49 años, vecinos de esa comarca, acusados de dar muerte mediante disparos con sus respectivas armas de caza a tres canes, "supuestamente por no servir para el ejercicio cinegético".

El primer caso se descubrió el 5 de febrero. Un ciudadano llamó a la Guardia Civil cuando encontró el cuerpo sin vida de una perra de raza podenca tapada con ramas en un paraje rústico aislado, que presentaba heridas por arma de fuego. 

Junto al cadáver aparecieron dos cartuchos de caza. Los agentes del Seprona realizaron indagaciones para dar con el propietario y finalmente lo consiguieron. Una vez localizado el propietario, se procedió a su investigación como supuesto autor de un delito de maltrato animal, siéndole intervenidas sus armas. Tanto estas como los cartuchos hallados fueron remitidos al Laboratorio de Criminalística de Madrid para su análisis balístico.

El segundo caso se produjo hará unos tres meses. Un hombre decidió sacrificar a dos perros de raza setter inglés que tenía bajo su custodia, no siendo de su propiedad, abandonando los cuerpos entre cañizares y sumergidos en agua en una zona aislada de  los Monegros. 

Aunque no era objeto de investigación, el presunto autor de los hechos, al ser conocedor de que la Guardia Civil estaba tras la pista del autor de la muerte de un perro de caza y buscaba a su propietario, se personó en el cuartel, procediendo en ese momento a su investigación como supuesto autor de un delito de maltrato animal. El cuerpo de la podenca, fue enviado a la Facultad de Veterinaria de Zaragoza para que se le realizara la correspondiente necropsia.

Las diligencias instruidas por la sección de Seprona fueron remitidas al juzgado decano de Huesca, quedando los investigados con la obligación de personarse ante la autoridad Judicial, cuando sean requeridos para ello.

El abogado Jorge Piedrafita, representante de la asociación de defensa de derechos de los animales Anadel, ha manifestado su intención de personarse en la causa. El letrado ha lamentado que hechos de este tipo "salen muy baratos", ya que la pena máxima prevista en el código penal va de 6 a 18 meses de prisión, en caso de muerte, y de 2 a 4 años de inhabilitación para la tenencia de animales. Actualmente está en tramitación el Anteproyecto de Ley de Protección y Derechos de los Animales, que endurecerá las penas.

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