La reversión de Jánovas toca a su fin después de 14 años, sin el prometido plan de desarrollo

No hay calendario para las inversiones a las que está obligado el Ministerio, rebajadas ahora a 15 millones de euros.

Jánovas es el único de los tres núcleos dotado de luz y donde se han urbanizado las calles.
Jánovas es el único de los tres núcleos dotado de luz y donde se han urbanizado las calles.
Javier Navarro

Catorce años después de que el entonces Ministerio de Medio Ambiente comunicara el inicio del proceso para devolver las casas y las tierras expropiadas en Jánovas en 1961, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) y Endesa dan prácticamente por finalizado el grueso de las reversiones. La primera es la administración encargada de la tramitación de los expedientes y la segunda adquirió a Iberdrola en 1993 los activos: 2.700 hectáreas y las edificaciones de Jánovas, Lavelilla y Lacort, salvadas cuando en 2005 se tomó la decisión de descartar la obras del pantano que iba a regular el río Ara.

Según la CHE, se han resuelto ya 116 expedientes de particulares. Solo restan siete de los que son reclamados por varios solicitantes, propiedades indivisas. Se trata de bienes colectivos como los molinos de Jánovas y Lacort, dos hornos comunitarios, un transformador de electricidad del que ya casi no queda nada y dos pequeñas edificaciones desaparecidas por encima de las cuales pasa ahora una pista. Por su parte, la empresa eléctrica, dice que solo falta la firma de tres vecinos con los que ya ha llegado un acuerdo, y prevé que antes de Semana Santa se pueda dar por finalizada formalmente la reversión con la resolución de estos flecos.

Los beneficiarios respiran aliviados, tras un proceso largo y complejo, plagado de obstáculos que empezó en 2008, cuando el Ministerio comunicó el inicio del proceso de reversión. El escollo más importante fue el precio, 34 veces lo que les habían pagado hace 50 años por la actualización del IPC, pero se resolvió porque finalmente Endesa llegó a acuerdos con casi todos, al precio simbólico de 1 euro por metro cuadrado para las casas, teniendo en cuenta que el menoscabo de los bienes, pues eran muros en ruinas. En cuanto a las tierras, la mayoría alcanzó un pacto con la compañía para pagar unos 4.000 euros por hectárea, mientras que los que acudieron al órgano de mediación tuvieron que desembolsar unos 7.000. 

La batalla a librar ahora es la del Plan Estratégico de Desarrollo Sostenible, obligación adquirida por el Gobierno central en 2005 con el descarte del embalse, y todavía por ejecutar, para disponer accesos, tender las redes de agua y luz, urbanizar las calles y construir depuradoras y redes de saneamiento. Según el mismo, las administraciones central, autonómica y local debían elaborarlo conjuntamente y financiarlo (el 12% la Diputación Provincial, el 6% el Gobierno de Aragón y el 82% el Ministerio). El ambicioso programa de 24 millones elaborado en su día se ha rebajado a 15,7. Así figura en el borrador del Plan Hidrológico del Ebro 2022-2027, pero en este periodo solo se prevé una inversión de 5 millones. 

"Como mucho se van a invertir 5 millones hasta el 2027, el resto quedará para un horizonte aún más lejano", lamenta Óscar Espinosa, portavoz de la Fundación San Miguel de Jánovas, que da por acabado el proceso de reversión, pero que no se muestra nada optimista respecto a la ejecución del plan. Este es necesario, afirma, sobre todo para el valle y los núcleos de Lavelilla y Lacorz, donde no se ha hecho prácticamente nada, salvo desbrozar. "En Jánovas nos hemos buscado la vida y gracias sobre todo a las subvenciones de la DGA tenemos servicios de luz y algunas calles urbanizadas, aunque quedan la depuradora y otro acceso alternativo al paso por el vado del río, un problema cuando hay crecida", señala Espinosa.

La CHE, con presupuesto propio, sí ha realizado actuaciones por unos 2,2 millones de euros, como la mejora de accesos a los núcleos, la limpieza de los mismos, con podas y desbroces, y la restauración del cauce del río Ara.

"Lavelilla y Lacorz están como hace 20 años", afirma el alcalde de Fiscal, municipio del que dependen los pueblos. Manuel Larrosa urge al Gobierno central a habilitar partidas presupuestarias para el plan de restitución. "Es lamentable y triste que se dilate tanto en el tiempo. Hay gente con el patrimonio ya revertido desde hace 6 o 7 años y las calles llenas de zarzas", lamenta. "De pellizco en pellizco no se puede hacer una restitución y el Estado está obligado a ejecutar ese plan", dice el alcalde, quien cree que nada impide acometer las inversiones, "solo es falta de voluntad política".

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