El reality de Georgina pone a Jaca en el mapa mundial con una publicidad "impagable"...

La pareja de Cristiano Ronaldo, con casi 35 millones de seguidores en Instagram, presume de sus raíces jaquesas en el reality de Netflix.

Georgina Rodríguez, en la catedral de Jaca.
Georgina Rodríguez, en la catedral de Jaca.
Georgina Rodríguez

Había levantado mucha expectación durante su rodaje y no ha defraudado. El reality de Georgina Rodríguez para Netflix ha colocado a Jaca, la ciudad donde pasó su infancia hasta que se trasladó a Madrid, en el mapa del mundo. Muchos ya conocían la procedencia de la pareja de Cristiano Ronaldo, porque cuenta con casi 35 millones de seguidores en Instagram, pero su docuserie ha ido más allá y ha dado a conocer la capital jaquesa a nivel internacional. Una publicidad "impagable", como reconoce el propio alcalde, Juan Manuel Ramón.

Como todos los personajes públicos tiene sus seguidores y detractores, pero en este caso, han sido más los primeros. Quizá porque Jaca, aunque cuenta con 13.000 habitantes, es un lugar en el que suele decirse que “nos conocemos todos” y en algún momento de su vida en la ciudad, han sido muchos los vecinos que se han cruzado con Georgina o la han visto, por ejemplo, de camarera en un establecimiento hostelero.

Las redes sociales y los grupos de Jaca en Facebook tuvieron una gran actividad tanto el día del estreno como los posteriores hablando de la vida de la ahora madre, influencer, empresaria y que se hizo famosa desde el primer minuto que se convirtió en la pareja de Cristiano Ronaldo. Y es que ella misma lo reconoce: ha pasado de no tener nada a tenerlo todo. De no poder permitirse una comida cara o determinada ropa de marcas convencionales a contar con un avión que le permite viajar a París a probarse un vestido, por ejemplo. Como quien va en coche de Jaca a Zaragoza de compras.

El reality muestra además a las personas y lugares de Jaca que más marcaron la vida de ‘Geo’, como la llaman sus más allegados. Es la ciudad donde creció, "donde bailé -en la academia de Susana Ara-, disfruté del amor de mi familia y eso es lo que me ha marcado. Es muy importante no olvidarme de dónde vengo”, dice en el documental.

Entro los escenarios que visitó están la catedral, la calle Mayor, la Ciudadela, su escuela de danza o restaurantes como el Biarritz, donde acudía con sus compañeras de la academia de danza a comidas y cenas. Y aunque se ha convertido en una ‘celebrity’, las que la conocían de antes aseguran que poco ha cambiado su forma de ser desde que está con Ronaldo. 

Las diferencias principales entre estos tres embutidos son la forma, la longitud y el sabor.

“Mucha gente nos pregunta y los clientes se alegran de que haya venido una celebrity al restaurante”, asegura Francis Martín, propietario del restaurante Biarritz, donde estuvieron comiendo Georgina y su hermana durante la grabación en Jaca. Además “se interesan por si es maja y lo que comió”. Siempre le ha gustado el chuletón y las migas, y en su visita a Jaca no cambió sus preferencias.

Este empresario hostelero ha notado, sorprendido, que en las últimas semanas “la gente se hace fotos con el cartel del restaurante donde estuvo comiendo Georgina". A su juicio, el documental refleja bien la esencia de Jaca y que “no se le ha subido mucho el ego”. Él lo ha podido comprobar porque la conocía mucho antes de que se hiciera famosa. “Era amiga de mi hija Andrea y bailaban juntas, venían a cenar al restaurante y siempre quería un buen chuletón y buenas migas”, recuerda. Su trato el día que se rodó el reality fue impecable con todo el equipo del restaurante. “Comieron en la planta de arriba, que la reservamos exclusivamente para ellos”, explica. E insiste en que “no te mira por encima del hombro, no le ha cambiado la forma de ser tras convertirse en la pareja de Ronaldo”.

La Ciudadela es otro de los enclaves que aparecen en la serie sobre la vida de Georgina. Y aunque en un principio el equipo de producción solicitó permiso para grabar en el interior del castillo, finalmente sólo rodaron en el exterior, por lo que aparece desde fuera y el foso con los ciervos. “Es buena publicidad”, destaca el coronel Francisco Rubio, director de la Ciudadela de Jaca. Aunque reconoce que es “difícil” valorar la repercusión que esto ha tenido hasta el momento, porque el primer trimestre del año suele ser de baja afluencia, ya que los visitantes apuestan más por esquiar que por ver monumentos. Sí que se ha comentado mucho en redes sociales. Sin embargo cree que la aparición de Jaca en el documental de Netflix “va a ser positivo a largo plazo”.

Por lo tanto, que Jaca “suene y aparezca en un programa que ven millones de personas en todo el mundo, aunque puede ser algo anecdótico porque no aparece todo el rato, es una publicidad que si la tuviéramos que pagar sería impagable”, reconoce el alcalde, Juan Manuel Ramón.

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