Los semáforos provocan colas kilométricas para acceder al valle de Benasque

"Hemos estado una hora parados mientras en el otro sentido no venía ningún coche", dice un afectado por el atasco del viernes por la tarde. La Subdelegación de Gobierno se compromete a regular el paso con operarios  este mismo fin de semana. 

Obras en el congosto de Seira, en la carretera N-260.
Obras en el congosto de Seira, en la carretera N-260.
Rafael Gobantes

Los conductores que el viernes por la tarde se dirigían al valle de Benasque tuvieron que armarse de paciencia para soportar las retenciones, causadas por la regulación con semáforos de la carretera N-260, que sigue en obras, a la altura de Seira. En esa dirección transitaban cientos de coches, mientras que en sentido contrario apenas había tráfico. Sin embargo, el semáforo no estaba sincronizado para absorber el mayor volumen  hacia Benasque. Se da la circunstancia además de que este fin de semana la circulación es más intensa, por el puente festivo de San Valero en Zaragoza. 

La Subdelegación del Gobierno en Huesca se ha comprometido este mismo sábado a que sean operarios y no los semáforos los que den paso alternativo los fines de semana, cuando mayor afluencia de turistas se produce por la temporada de esquí. El presidente de la Asociación de Empresarios del Valle de Benasque, José María Ciria, trasladó el problema a la subdelegada, Silvia Salazar, quien se puso en contacto con los responsables de Carreteras. 

"Me ha comunicado que este mismo fin de semana habrá trabajadores dando paso", ha asegurado Ciria, quien explica que el problema es que los semáforos no están sincronizados para absorber el mayor volumen de tráfico en dirección a Benasque los viernes. En las reuniones entre el Ministerio de Transportes, los ayuntamientos afectados y los empresarios se les informó que los fines de semana se regularía el paso con operarios para que fuera más ágil, y de hecho así ha sido en algunas ocasiones. 

El atasco del viernes se produjo en la entrada desde Seira al congosto del Ventamillo, donde hay limitaciones por el estrechamiento de la calzada en un tramo debido a las obras de reforma de la N-260 entre Campo y el congosto. "Hemos estado casi una hora parados, entre las nueve y las diez de la noche, con los niños en el coche ya desesperados. En dirección al valle de Benasque bajaban cientos de coches y en sentido contrario apenas pasaban, pero el semáforo estaba cerrado durante 6 o 7 minutos y cuando se ponía verde solo daba tiempo a que pasaran unos pocos coches", ha comentado Ángel Sánchez, un conductor afectado por la retención del viernes, quien pensó que el atasco se debía a trabajos en la calzada o un accidente, "pero cuando pasamos no había nada". 

El alcalde de Seira, Daniel Larramona, asegura que el semáforo es "un problema". Esta población denunció en octubre el confinamiento al que se verían sometidos y que los dejaría prácticamente aislados con las obras de la N-260, aunque finalmente se pudo solucionar. "Esperamos que llegue el día que terminen, aunque ya sabemos que tardarán dos años más. No queda otra", comenta. 

Los trabajos de mejora integral del principal acceso al valle de Benasque, donde se invierten más de 35 millones de euros, terminarán a mediados de 2023. En los últimos meses se han producido varios cortes de la carretera. El primero fue el más largo, ya que se prolongó entre el 18 de octubre al 2 de diciembre. Luego se reabrió para facilitar la llegada de turistas en el macropuente de la Constitución y la Inmaculada. Tras ello, se volvió a cerrar al tráfico del 13 al 17 y del 20 al 23 de diciembre. Del 17 al 20 de enero había previsto otro, pero finalmente se pude dejar paso alternativo de vehículos en lugar del cierre total entre Campo y el congosto del Ventamillo.

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