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El agua llegará a los secanos de Fraga y Ballobar en 2025 tras 100 años de espera
La inversión ronda los 50 millones, la mitad serán aportados por los regantes y el resto por el Gobierno de Aragón.
Después de varias décadas de espera y promesas incumplidas, los agricultores de Fraga y Ballobar que dependen del Sifón de Cardiel ya pueden poner fecha al inicio de las obras de transformación de sus tierras. Los trabajos arrancarán en un plazo de entre diez y doce meses, supondrán una inversión de 50 millones de euros y cambiarán el futuro de sus 300 propietarios.
"Ahora sí estamos realmente ilusionados", ha asegurado el presidente de la Comunidad de Regantes del Sifón de Cardiel, José Soler, justo antes de dar inicio a la junta general ordinaria en la que se han dado los pasos definitivos para emprender la transformación de las casi 5.400 hectáreas afectadas. Del total, unas 4.500 están en el término municipal de Fraga y el resto, en Ballobar. Hace seis años, el colectivo ni siquiera existía. Solo eran regantes expectantes de Monegros II y, por lo tanto, llevaban alrededor de un siglo esperando la llegada del agua. Ahora, de cumplirse lo previsto, pondrá empezar a regar sus campos en 2025.
Las obras necesarias eran competencia de la administración central, que ni tenía voluntad ni presupuesto para su ejecución. Por ello, recogiendo el guante lanzado por el consejero aragonés de Agricultura, Joaquín Olona, optaron por constituirse en comunidad y convertirse en promotores de las infraestructuras pendientes.
De los 50 millones de inversión, los regantes asumen la mitad y para afrontar el resto, cuentan con una subvención del Gobierno de Aragón. No son los únicos que han optado por seguir el camino abierto por la administración autonómica. De hecho, desde 2016, ha sido aprobada la financiación de 16 proyectos de los que tres ya se han finalizado y han sido puestos en riego, otros cuatro están en la fase de ejecución, y el resto están finalizando los trámites para sacar a licitación las obras, con el objetivo de que entren en funcionamiento como máximo en 2025. A su financiación, la DGA ha destinado 134 millones de euros. Del conjunto, por su extensión e inversión, el proyecto de la Comunidad de Regantes del Sifón de Cardiel es el más destacado.
El consejero aragonés de Agricultura, Joaquín Olona, ha estado este viernes en la junta general ordinaria celebrada en Fraga, donde ha agradecido "el compromiso y el esfuerzo de la comunidad de regantes por tomar la iniciativa y por adherirse al nuevo modelo de financiación que ha permitido el desbloqueo de este proyecto". En su opinión, es una clara demostración de que los agricultores "apuestan por regar, por invertir, por crear empleo y en definitiva, por crear riqueza".
Poner en uso el embalse de Valdepatao
Su tesón es indudable. Algunos conforman la tercera generación de agricultores que mantiene su actividad bajo la promesa de la llegada del agua. El Sifón de Cardiel es clave para poner en uso el embalse de Valdepatao, que supuso una inversión de 18 millones de euros y que ya está construido, a excepción del colector.
No obstante, al tratarse de una presa de cola, pondrá servir agua aún sin su ejecución. Para distribuirla y hacerla llegar a las fincas, resta el Sifón de Cardiel, que será una realidad gracias a los propios agricultores. Las obras proyectadas permitirán regar por presión natural, es decir, sin necesidad de bombeos. También se realizará un eficiente uso del agua a través de sistemas de goteo y aspersión.
Los futuros regantes estiman que la producción actual se podrá multiplicar por 40, con dobles cosechas y el cultivo de nuevas variedades. "Se trata de pasar del duro secano y la dependencia del tiempo a la disponibilidad de agua", señala su presidente, José Soler, que insiste en el "importante revulsivo" que supondrá para toda la comarca del Bajo Cinca, que cuenta con un potente sector frutícola y una consolidada industria agroalimentaria. El proyecto también creará empleo de forma directa e indirecta.
