Patrimonio protegerá las fachadas de tres casas porque evocan el barrio judío de Huesca

Del conjunto, que abarca los números 25, 27 y 29 de la calle San Jorge, destaca el arco apuntado de piedra arenisca del inmuebles central, que puede ser el único que quede en un edificio civil de la ciudad.

Aspecto del conjunto que se quiere catalogar antes del derribo del número 25, a la izquierda de la imagen.
Aspecto del conjunto que se quiere catalogar antes del derribo del número 25, a la izquierda de la imagen.
Heraldo.es

El departamento de Cultura ha iniciado el expediente para declarar a las fachadas de los inmuebles situados en los números 25, 27 y 29 de la calle San Jorge de Huesca como Bien Catalogado del Patrimonio Cultural Aragonés porque el conjunto constituye "una de las pocas reminiscencias físicas del barrio judío de la ciudad, hoy casi irreconocible salvo por conservar parte de su estructura viaria y por la denominación Barrio Nuevo".

Esta protección, de menor grado que la que concede a los BIC (Bienes de Interés Cultural), se tramita a petición de la Asociación Osce Biella. Con motivo de esta solicitud, Patrimonio encargó un informe técnico al profesor de la Universidad de Zaragoza Miguel Ángel Motis. Este experto remarcó la importancia de dichas fachadas como memoria de la judería existente en Huesca en el medievo.

Esta relevancia se destacó también en el informe del arquitecto del Servicio Provincial, necesario para conceder la licencia municipal de la obra que se está acometiendo en uno de los inmuebles, el del número 25. Es un edificio del siglo XV que se derribó el pasado octubre para construir una vivienda unifamiliar.

En el momento de otorgar el permiso de obra ya se indicó al propietario, que es a la vez el arquitecto, que debía reconstruir la fachada debido a que este inmueble cuenta con un grado de protección 3 en el PGOU (Plan General de Ordenación Urbana) de Huesca. La pared se desmontó a mano y se han guardado los ladrillos para rehacerla en la medida de lo posible. También se han conservado las tejas que pueden ser útiles, ya que la casa llevaba 40 años sin uso y presentaba un alto grado de deterioro.

La catalogación P 3 se da a los edificios con "considerables valores arquitectónicos o históricos en su exterior", y que tienen una tipología y composición interior adecuada o fácilmente adaptable a nuevos usos pero que no es suficientemente valiosa para justificar su protección integral.

Esta protección, de la cual también goza el inmueble ubicado en el número 27, es similar a la que tienen los Bienes Catalogados del Patrimonio Cultural Aragonés. Según la orden del departamento de Cultura, tras la declaración (que incluirá además el número 29) se establecerán medidas de proteger la integridad del bien clasificado. En particular, en las obras o actuaciones que afecten a la fachada común a los tres edificios, que deberán mantener las características que determinaron su declaración.

Como elemento relevante del conjunto, destaca el arco de piedra arenisca, "probablemente el único presente hoy en las fachadas civiles de la ciudad de Huesca", en la casa del número 27.

Asociaciones patrimonialistas defienden que la fachada del número 25 tenía que mantenerse para permitir estudio arqueológico sobre la existencia de una de las tres sinagogas en lo que fue el barrio judío de la ciudad.

 

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