Ángel Pérez: "La Santa Sede ha aceptado mediar para poner fin al litigio de los bienes"

El obispo de Barbastro-Monzón siente la satisfacción del "deber cumplido" tras la reciente inauguración de la exposición de 66 de las 111 obras de arte devueltas por el Museo de Lérida.

Ángel Pérez, obispo de Barbastro-Monzón, siente la satisfacción del "deber cumplido" tras la reciente inauguración de la exposición de 66 de las 111 obras de arte devueltas por Lérida.
Ángel Pérez, obispo de Barbastro-Monzón.
José Luis Pano

Hace solo unos días, el Museo Diocesano de Barbastro-Monzón vivió una jornada histórica con la inauguración de la exposición que muestra por fin 66 de las 111 piezas del tesoro artístico devuelto por el Museo de Lérida. ¿Qué sintió cuando las vio por primera vez en esas vitrinas después de 26 años de litigio?

El deber cumplido. Así lo siento. Y si no hubiera podido ser, yo me hubiera quedado con la paz de haber hecho lo que en mi mano estaba, hasta donde me hubieran dejado y hubiera podido. Y cuando uno a veces logra el objetivo que persigue, siente una especie de escalofrío, pero he hecho lo que tenía que hacer por este pueblo, por estas 43 parroquias que eran a las que se les hacía justicia.

Las obras ya están en Aragón pero el litigio aún no ha acabado y podría llegar hasta el Supremo y prolongarse hasta seis años.

A mí me encantaría que no fuera así. Continuar toda esta tensión es un desgaste muy estéril y poco fructuoso. No estamos reivindicando nada, estamos poniendo las cosas en su justa equidad. A cada uno lo que le corresponde. Yo lo que tengo también lo comparto y estoy dispuesto a tender puentes. Así lo éramos antes, lo somos ahora y lo queremos seguir siendo después. En mi caso hay un cariño hacia Cataluña especial porque yo empecé mi ministerio allí, quiero a los catalanes y mis mejores amigos son de Cataluña. Yo no he sentido ningún tipo de rencor, entiendo que cada uno quiera defender lo que cree que es suyo pero cuando al final una tercera parte dilucida de quien es la razón, hay que aceptarlo y punto, y seguir colaborando. Lo importante no es el que tiene. Yo con el obispo Salvador siempre me he mantenido en la misma actitud. Me imagino que él tendrá presiones como cualquier otra persona que mida las cosas por éxito o fracaso. Para mí, el fracaso sería no ser capaces de utilizar este patrimonio para lo que fue creado: dar gloria a Dios y que la gente se sienta confortada y orgullosa de las tradiciones de nuestro pueblo de cientos de años. Cuando vi esas tablas que reflejan lo que yo siento hoy 400 o 500 años después, me emociona. Los sentimientos son los mismos.

¿Habló de este asunto en su reciente visita ad limina que todos los obispos católicos deben hacer, cada cinco años, a Roma?

Sí, hablé con el secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolín. Le di las gracias, le pedí perdón por la guerra que le habíamos dado pero me atreví a pedirle que hicieran de árbitros mediadores para que ya no continuáramos interponiendo recursos. La Justicia vaticana nos dio la razón y la civil también y ha ejecutado la sentencia, algo que no se lograba hasta ahora. De haberse ejecutado la sentencia vaticana, no hubiera hecho falta acudir a la Justicia civil. Igual que se acataron los pueblos que quedaron en una parte y otra, se debería haber acatado con respecto a su patrimonio. Hubiéramos evitado tantísima energía y desgaste que no conduce a nada.

¿Qué respuesta dio Pietro Parolín a su petición de mediar?

Aceptó. Dijo que le parecía muy oportuno y sensato y que le escribiera. En que pasen estas fechas, lo haré y lo pasaré por Nunciatura para que quede constancia en la Santa Sede. Creo que nos ayudará a unos y a otros. La relación con el obispo Salvador es buena. Le informé de la apertura del Museo Diocesano de Barbastro y le he invitado a que venga a ver las obras. Yo me he sentido muy libre. Y si yo hubiera tenido que actuar de otra manera no me hubiera pesado la opinión ni de mi abogado ni la del Gobierno de Aragón. He actuado siempre en conciencia y eso me ha dado mucha paz.

Pero en el Consorcio de Lérida hay administraciones civiles que igual no lo aceptan

Si recurren, nos defenderemos como hemos hecho. Siempre hemos ido a la zaga. Todos los recursos lo han puesto ellos alegando lo que lo no tenía visos de prosperar.

Ha sido el primer obispo en sentar a otro en el banquillo. ¿Ha sufrido presiones por ello?

Yo no hubiera deseado eso e intenté por todos los medios que no fuera así. Antes de interponer el recurso civil, habíamos tenido muchos diálogos y les presenté al Consorcio la posibilidad de trabajar juntos en proyectos pero con el reconocimiento de la propiedad. Pero querían también la propiedad. Nunca jamás he tenido presiones sobre cómo actuar. Ni la Santa Sede ni yo como obispo matamos una mosca. Nos apetece el bien y lo mejor para todos. Pero cuando a uno le quitan lo que le pertenece, también tiene que defenderse con la misma vehemencia que quienes te lo están porfiando. Por eso yo intenté la conciliación. Hasta Salvador, todos los obispos habían reconocido la propiedad, pero él únicamente admitió unas 80 obras de las 111 cuando ambos habíamos ido a ver al Nuncio para aceptar las sentencias de la Santa Sede. Las presiones habrán venido por otra parte.

¿Habló con el Papa Francisco del litigio durante esa misma visita?

En los casi dos minutos de saludo con el Papa no despachas los temas. Pero él es conocedor y estoy convencido de que lo que hemos procedido, él lo secunda.

Cuando finalice el litigio, ¿volverán los bienes a las parroquias tal y como se demanda?

Es algo que se comenta a nivel mediático. Nosotros hemos barajado todas las posibilidades. Pero plantearlo así es hacerlo de manera reduccionista. No se trata de si tenemos los medios para que las 111 piezas vayan a cada parroquia y haya medidas de seguridad y personal para enseñarlas. Yo voy más allá. Tenemos que tener altura de miras todos. Todavía no hemos establecido una estrategia. De momento ya están aquí las obras y se ha podido llevar a cabo todo el proceso técnico y hay que agradecer la profesionalidad de las técnicos. Hasta que no se zanje lo judicial, lo otro huelga hablar porque es marear la perdiz. Nosotros ya teníamos en mente esa itinerancia con la Ruta del Románico: Obarra, Alaón, Luzás, Roda, Aínsa, Monzón … O vamos todos a una o al final perderemos. Quienes sean capaces de mirar de manera conjunta, acertarán.

¿Le ha acarreado muchos desvelos el litigio?

A mí no me ha quitado el sueño. Cuando yo profundicé en toda la realidad lo veía tan claro. Si no lo hubiera visto así, no me hubiera metido. Mi padre me dejó cuatro duros en el Barclays que lo absorbió La Caixa y ahora ese dinero me lo da La Caixa. Cuando la Santa Sede estableció que el obispo de Lérida atendiera a estas parroquias, ese pastoreo le correspondió al obispo de Lérida. Pero cuando decidió distribuir las cosas de otra manera, ahora le toca al obispo de Barbastro–Monzón armonizar todo ese patrimonio. No me ha quitado el sueño porque estábamos haciendo lo correcto. Me hubiera parecido extraño que no hubiera sido así, pero estaba dispuesto a asumirlo, y ya lo tenía rezado. Si la justicia hubiera dado la razón a Lérida no hubiéramos interpuesto ninguna dificultad.

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