La falta de médicos obliga a reducir las horas de consulta en los ambulatorios locales de la zona de Aínsa

Los vecinos de Arcusa recogen firmas para recuperar los dos días de consulta a la semana ya que ahora muchos se ven obligados a realizar hasta 100 km de viaje para ir al ambulatorio de Aínsa.

Aínsa (Huesca).
Aínsa.
Laura Uranga

El centro de salud de Aínsa ha tenido que recortar las horas de consulta en los ambulatorios periféricos debido a la falta de personal. Y es que actualmente solo hay solo cuatro médicos en activo de los nueve que en teoría debería tener la plantilla ya que durante este último año, las bajas no han sido sustituidas y no se han cubierto las plazas vacantes. Ante esta situación, desde el Consejo de Salud piden a los ayuntamientos que busquen posibles soluciones como ofrecer viviendas municipales a médicos que puedan llegar, y más con el incremento de población previsto en estas próximas fechas navideñas. 

Así se dio a conocer en la última reunión del Consejo de Salud de Ainsa, órgano de participación de esta zona de salud compuesto por ayuntamientos, representantes del Servicio Social de Base, el farmacéutico, la veterinaria, así como representantes sindicales, del consejo escolar, de asociaciones ciudadanas y del equipo médico del centro de salud.

La zona de salud cuenta con casi 4.900 pacientes y su plantilla completa debería contar nueve facultativos: cinco médicos, tres médicos de atención continuada (urgencias) y un pediatra compartido con la zona de salud de Lafortunada. Sin embargo, en estos momentos solo hay siete facultativos de los cuales únicamente cuatro están en activo (tres médicos en Boltaña, Ainsa y Tierrantona y un médico de atención continuada), lo que implica que que deben atender a un gran volumen de pacientes. 

Ante esta situación, la coordinadora del centro de salud de Aínsa explicó que han tenido que tomar medidas, como reducir los días de las consultas periféricas, y pidió "mayor compresión" por parte de los pacientes. Y es que aseguró que tanto el personal sanitario como administrativo perciben "una pérdida de confianza y una falta de consideración y comprensión por una determinada parte de la población en relación a la situación que se está viviendo y que se está viendo agravada con la pandemia".

La situación ya está en conocimiento de Gerencia del Salud, cuyos responsables propusieron como alternativa trasladar las consultas periféricas durante un día a la semana al centro de salud de Aínsa. Ello obliga a los pacientes a desplazarse por lo que los médicos, con el fin de mantener la atención en estas consultas periféricas, han optado por reducir el horario de dichas consultas y reforzar las horas en el ambulatorio de Aínsa dado el mayor volumen de población. "Todo ello en aras a seguir garantizando el mejor servicio posible por el bien de la población, especialmente de la más envejecida", recalcan.

Lamentan que esta falta de personal está dejando de ser excepcional para convertirse en una situación estructural que desde hace tiempo se está arrastrando en el centro de salud de Ainsa. Además, se planteó que Cruz Roja ofrezca un transporte para posibles demandantes que deban trasladarse a Aínsa.

Además de esta queja general, la representante de la Asociación de Vecinos de Arcusa planeó una particular por la reducción de la asistencia de facultativos al consultorio local desde el pasado verano ya que aunque las consultas están establecidas en dos días por semana "están siendo prácticamente inexistentes o muy escasas", denuncian. Los afectados han iniciado una campaña de recogida de firmas para restablecer "de manera urgente" los dos días de consulta "con el fin de preservar la calidad vida de los habitantes de esta zona rural".

Como consecuencia de ello, explican, muchos vecinos se ven obligados a realizar viajes de hasta 100 kilómetros -entre ida y vuelta- para llegar al centro de salud de Aínsa por carreteras en mal estado de la zona del Biello Sobrarbe. Además, rechazan que les quieran "imponer" la teleasistencia "porque la media de edad de las personas que aquí habitamos es alta y, en muchos casos, con dificultades en las nuevas tecnologías, además de la falta de cobertura de calidad en servicios de telefonía o Internet".

"Pero, sobre todo, es necesario preservar, y potenciar si cabe, el aspecto humanista de la medicina. El bienestar social no consiste solo en mejoras tecnológicas, que puedan hacernos más cómoda la vida en algunos aspectos, sino -y principalmente- en mejoras que contribuyan a una sociedad más humana, más igualitaria y más justa", recalcan.

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