El rastro del lobo en la Ribagorza apunta a la presencia de más de un ejemplar

El Ayuntamiento de Montanuy, donde aparecieron huellas a principios de mes, insta a la DGA a que dé información para que los ganaderos estén prevenidos.

Un ejemplar captado por una cámara de fototrampeo del oso el 9 de noviembre en el Pirineo de Lérida.
Un lobo captado por una cámara de fototrampeo del oso el 9 de noviembre en el Pirineo de Lérida.
Generalitat de Cataluña

Las autoridades del valle de Arán confirmaron recientemente, tras recibir los resultados de los análisis realizados por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), que el lobo fotografiado por el conductor de una quitanieves en la boca sur del túnel de Viella podría ser un macho errante que se mueve entre el valle de Benasque (Ribagorza) y el Parque Nacional de Aigüestortes (Lérida).

El conductor había alertado a los agentes de Medio Ambiente, que siguieron el rastro y tomaron muestras de orina retenidas en la nieve junto a la carretera N-230 que separa Aragón y Cataluña. Los análisis realizados por la UAB concluyeron que correspondían a un lobo de la subespecie canis lupus italicus que vaga entre las provincias de Huesca y Lérida. Según el Consejo del Valle de Arán, la población más próxima de esta subespecie se encuentra en el Macizo Central francés, "de donde proceden machos expulsados de las manadas locales, que aparecen de forma esporádica en los Pirineos".

Lobo fotografiado por el conductor de una quitanieves en la boca sur del túnel de Viella hace dos semanas.
Lobo fotografiado por el conductor de una quitanieves en la boca sur del túnel de Viella hace dos semanas.
Consell General d'Aran

Este avistamiento es otro indicio de la posible presencia en la comarca de la Ribagorza de más de un ejemplar, ya que hasta ahora solo se reconoce oficialmente la existencia de un animal detectado a finales de 2017 por las cámaras de fototrampeo colocadas para captar imágenes del oso, en los municipios de Laspaúles y Bisaurri, cerca del valle de Benasque. También ese era un macho de la subespecie itálica.  

La asociación ecologista Loboaragón mantiene que está presente "en un número superior" al reconocido por la administración en esa comarca. Se basa en indicios e imágenes de fototrampeo recogidas y analizadas desde la primavera del 2021 a través de una red de colaboradores.

Una cámara fotografió a un individuo y 40 minutos después se vio a otro a 20 km. "Es altamente improbable que recorra esa distancia en ese tiempo", aseguran desde la asociación, aunque reconocen que solo con muestras de ADN se podría individualizar a los ejemplares.

Huellas halladas a principios de diciembre en Montanuy.
Huellas halladas a principios de diciembre en Montanuy.
Loboaragón

El pasado puente de la Constitución también se tomaron fotos de huellas en la nieve en Montanuy, municipio aragonés cercano al valle de Arán, que parecen de dos lobos. Los expertos matizan que los rastros no son determinantes porque perros checos o nórdicos marcan similar, pero estaban en un paraje inhóspito nevado sin huellas humanas cerca.

La patrulla oso Ribagorza habría reforzado sus dispositivos de vigilancia para corroborar estos indicios. Por su parte, ese ayuntamiento dice no tener noticias de la DGA, a la que insta a dar información para que los ganaderos puedan estar prevenidos. "Algunos vecinos me han dicho que han visto huellas y he dado aviso a la patrulla, para que lo pudiera verificar", señala la alcaldesa, Esther Cereza, quien asegura que no conoce el resultado de esas indagaciones.

La aparición de indicios detectados por la Oficina de Biodiversidad francesa en su parte de los Pirineos y de la Generalitat en el Parque de Aigües Tortes también apunta a varios ejemplares que se mueven por el territorio, incluyendo Aragón. "El avance desde Francia es lento pero constante e imparable", señala Loboaragón, que asegura tener fotos donde "se adivinan varios ejemplares".

En la Ribagorza no se están produciendo ataques al ganado. Los expertos lo explican por dos razones: los ganaderos han tomado medidas al ser un área con presencia de osos y hay un gran número de presas disponibles de corzo, sarrio o jabalí. Pero Loboaragón pide un seguimiento más particular porque "urge plantearse que el lobo va a aumentar en números, espacio y probablemente daños y hay que evitar el conflicto innecesario".

Desde 2017, cuando se detectó un lobo en los Monegros, constan 43 ataques al ganado. Fue el peor año, con 20; y el 2020, el de menor incidencia, con uno. Este 2021 se han producido cinco, y ha aparecido otro cánido, en la Jacetania, al que se le achaca un incidente. 

El Gobierno de Aragón ni confirma ni desmiente si hay más lobos porque "no se hace seguimiento de la especie". Sí reconoce que está en proceso de expansión natural y que salta de unas comunidades a otras y de unos países a otros.

Al Pirineo han llegado hasta ahora ejemplares que primero recolonizaron los Alpes y luego las montañas francesas, pero no de la subespecie ibérica desde Burgos o Soria. Hasta este verano, en Aragón se tenía constancia de un lobo en Ribagorza y otro en Monegros. Luego se confirmó por un ataque un tercero en Jacetania. Y también se han visto al sur del Ebro, en las provincias de Zaragoza y Teruel, donde se identificó genéticamente a dos hembras de origen ibérico.

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