El monumental belén de Teruel de 600 piezas y un estanque con peces vivos abre sus puertas
Se trata del belén de San Pedro, que se monta en la capital turolense desde hace 21 años, ocupa 100 metros cuadrados y se puede visitar desde este miércoles, día de la Inmaculada.
Desde hace unas semanas, el grupo belenista de San Pedro, en Teruel, se afana por ultimar los detalles del montaje de su monumental belén, una cita que, desde hace más de dos décadas, se prolonga durante más de dos meses y que la pandemia trastocó por completo. “El año pasado llegamos a terminar el montaje, pero tan solo pudimos abrir las visitas 10 días. Decidimos dejarlo así y esperar a que pasase todo”, explica Juan Cercós Segura, director y diseñador del Belén de San Pedro.
Ubicado en la Iglesia del Seminario de la capital turolense por segundo año consecutivo, el montaje cuenta con más de 600 piezas de varios tamaños, que van desde las miniaturas -ubicadas en balcones y ventanales de las casas- hasta los 21 centímetros. “Durante los años anteriores lo hemos montado en espacios al aire libre, pero pasábamos mucho frío. Ahora, al estar en interior, es mucho mejor, no solo para nosotros por cuestiones obvias sino para los propios visitantes que también han agradecido”, admite el director.
En total, el belén, uno de los más grandes de Aragón, cuenta con casi 300 figuras humanas -40 de ellas con movimiento-, más de 250 animales y un centenar de casas. Además, cada año procuran incluir novedades para sorprender a su público más adepto. Todo esto en una superficie de un metro y medio de extensión. “Este año el gran protagonista es el agua. Contamos con un estanque con peces vivos -un total de 18 ejemplares entre cometas rojos y amarillos y una sarasa- un río, dos cascadas y tres fuentes”, enumera el representante.
Como cada año, el montaje contempla todos los Misterios que rodean la vida de Jesús, desde los desposorios de María y José, Anunciación del Ángel, … hasta que el Niño Jesús perdido, es hallado en el Templo con los Doctores. Y no solo eso, como cada año, la estructura y el montaje son completamente nuevos gracias al equipo de artistas, artesanos y técnicos que colaboran con el proyecto cada año.
En esta ocasión, tampoco faltarán los originales edificios turolenses, que se suman al tradicional portal de Belén. Así, en el de San Pedro, encontramos una reproducción del edificio que lo alberga, El Seminario, la plaza del Torico, El Tozal, las torres mudéjares de San Martín o el Salvador de Teruel, las fachadas del convento de las Claras y las Carmelitas, la casa de la Parra, la Nevera, el Torreón de la Bombardera junto con el Mercado, el Museo Provincial, los Arcos, la Escalinata, la muralla y la Plaza de Toros. “Hemos ampliado la zona del mercado y del desierto, así como el huerto, en el que los visitantes encontrarán todo tupo de productos aragoneses”, añade Cercós.
Más de 12.000 visitas al año
A la pregunta de si los belenes están pasados de moda, el director lo tiene claro. “Nada de eso, yo creo que cada año están más vivos. A la gente le encanta ver estos montajes independientemente de sus ideas y creencias y los niños son los que más lo disfrutan”, advierte.
Y las cifras de visitantes que los acompañan cada año les avalan, superando las 12.000 visitas. El año pasado, en tan solo diez días, pasaron más de 5.000 personas por la instalación, de las cuales 1.500 fueron niños. “Por las mañanas tenemos visitas de los centros escolares de Teruel, y, el resto, es gente de la zona que viene cada año a acompañarnos”, asegura.
El horario de visita es del 8 de diciembre al 6 de enero (ambos inclusive), todos los días 18.00 a 20.30, también en horario de mañanas -de 11.00 a 13.00- domingos y festivos. La entrada tiene un coste de 1 euro que será destinado a fines solidarios. “Inauguramos este mismo miércoles a las 10.00 de la mañana”, concluye el director.
