Alrededor de 3.600 personas desafían a la lluvia y visitan Follarasca, la Feria de Otoño de los Pirineos en Aínsa

Organización y productores se felicitan por la gran afluencia de público y las ventas en una edición llena de novedosas propuestas.

La lluvia ha querido ser protagonista este sábado en una jornada puramente otoñal, pero finalmente la atención se la han llevado los artesanos agroalimentarios que desde las 11.00 mañana han exhibido sus productos en la carpa del Castillo de Aínsa. Se calcula que aproximadamente 3.600 personas han pasado por los puestos y participado en los talleres, las catas y las charlas que han copado la agenda de la segunda edición de Follarasca.

Variedades hortícolas del huerto 'El Angusto' de Arro, Azafrán de Sobrarbe o las mieles de la Abella Chistabina y de Casa Montalbán han sido algunos de los deliciosos productos que los asistentes han podido adquirir para dar comienzo así a un puente de Todos los Santos cuyas previsiones turísticas son especialmente halagüeñas.

No obstante, el producto estrella ha vuelto a ser la manzana de montaña. El proyecto de cooperación Pro-Sobrarbe que integran la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ), la Asociación de hortelanos Arto-Un Paso Atrás, Turismo Verde Huesca, la Asociación Altoaragonesa de Selección de la Abeja Negra (ASAN) y el Ayuntamiento de Aínsa-Sobrarbe hacen posible, entre otras cosas, que la elaboración de zumo ecológico pueda mostrarse al público y degustarse el excelente resultado. En esta ocasión y gracias al trabajo incansable de los voluntarios, alrededor de veinte, se han exprimido un total de 800 kilos.

En la presente edición de Follarasca los más curiosos han podido incluso probar la combinación del zumo con hidrolatos de plantas aromáticas y medicinales de la mano de 'Savia Íbera', iniciativa empresarial de Somontano dedicada a la destilería artesana con fines alimentarios y cosméticos. También han sido una novedad los crujientes de manzana producidos durante toda la jornada, un paso más en los diferentes aprovechamientos que esta fruta ha demostrado tener.

Junto a toda esta variedad de expositores y demostraciones, el público ha tenido la ocasión de participar en diversos talleres. El primero de ellos ha comenzado sobre las 11.30, a cargo de “A Redolada”, del Valle de la Guarguera. Sus conocimientos en torno a la apicultura tradicional y la educación medioambiental le han valido a la bióloga Azpe García la atención de niños y adultos, lanzados a conocer más sobre el mundo de estos insectos, cómo producen la cera y sus múltiples utilidades. Además, han aprendido a fabricar sus propias velas.

Otras propuestas han sido los talleres de alimentación saludable y de cosmética natural, dirigidos al público familiar; la visita a la finca de manzanos ecológicos de Fes; el taller de fabricación de cuerdas recicladas y la exhibición de forja con fragua y yunque a cargo de La forja de Chapi, de Estada, que ha estado aderezada con explicaciones sobre el manejo de herramientas y la exposición de utensilios.

Voluntarios y vecinos

La Feria de Otoño de los Pirineos Follarasca se ha recuperado este año tras el parón de 2020 a causa de la pandemia. El éxito cosechado, así como la buena sintonía entre quienes de forma altruista contribuyen a su correcto funcionamiento, hacen que Follarasca ya sea parte de la agenda de festejos municipales. Además de los veinte voluntarios de Pro-Sobrarbe, una decena de vecinos y vecinas se han sumado a la organización de la actividad, que concluía a última hora de la tarde con un balance muy positivo.

El alcalde de Aínsa-Sobrarbe, Enrique Pueyo, ha confirmado que "las ventas han sido extraordinarias, por un lado gracias al puente y por otro lado, a la lluvia, que ha invitado a los turistas a visitar Aínsa y conocer la feria", Asimismo, ha asegurado que este certamen "ha venido para quedarse y dinamizar la economía local más allá de la temporada veraniega”. 

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