La catedral de Roda de Isábena cerrará más de un mes para tratar la carcoma

Esta semana ha comenzado el desmontaje de la sillería del coro para realizar un tratamiento. 

Trabajos para desmontar la sillería del coro de la catedral.
Trabajos para desmontar la sillería del coro de la catedral.
Heraldo

El obispado de Barbastro-Monzón anunciaba recientemente en sus redes sociales el cierre de la catedral de Roda de Isábena al culto y a las visitas durante lo que queda de este mes de octubre y el próximo mes de noviembre. La necesidad de realizar un tratamiento contra los xilófagos, sobre todo carcoma, en la sillería del coro es la razón que justifica este cierre, que no ha dejado de producir un cierto malestar en el valle del Isábena, ya que este monumental templo de origen románico es el principal atractivo de su oferta turística, que tiene además en esta zona de la comarca ribagorzana durante los meses otoñales una nutrida legión de seguidores.

Por ello, algunos sectores del territorio hubieran preferido mantener el templo visitable delimitando la zona en que se están realizando las tareas de saneamiento de la madera consiguiendo, por otra parte, que este proceso de rehabilitación de la estructura del coro se convirtiera en un valor añadido a la visita.

Tras un retraso de más de un año con respecto a la fecha originalmente prevista por la covid 19, los trabajos para aplicar el tratamiento a la madera del coro comenzaban el martes con el inicio del desmontaje de la estructura de la sillería. Luego se volverá a reponer el conjunto en su emplazamiento original. Las piezas están siendo signadas, apuntadas y relacionadas con anotaciones precisas sobre sus características particulares durante el desmontaje, a cargo de dos maestros ebanistas especializados.

Realizadas con la financiación de la Dirección General de Patrimonio, estas tareas están desvelando elementos muy significativos sobre esta sillería que consta de un solo orden de asientos con respaldo, bajo copetes en dosel, arrimados a los tres lienzos de pared y reclinatorio corrido por delante. Está trabajada en madera de nogal español –que se encuentra en un estado más que aceptable a tenor de lo que se está comprobando estos días-, sobriamente tallada en un estilo renacentista que, a tenor también de los clavos utilizados, debe ser el original de la época en que se realizó aunque no se sabe nada sobre quién y cuándo se hizo. Tampoco constaban datos sobre el cómo se ejecutó la obra pero el desmontaje de sus elementos está empezando a ofrecer gran cantidad de información sobre las técnicas y herramientas utilizadas en su realización.

Para devolver el conjunto a su estado original, las piezas están siendo signadas, apuntadas y relacionadas con anotaciones.
Para devolver el conjunto a su estado original, las piezas están siendo signadas, apuntadas y relacionadas con anotaciones.
Heraldo

Como una de las certezas que está dejando este proceso de los trabajos en curso, sí que se ha confirmado lo que se sospechaba: es una sillería retocada, recortada y reutilizada porque faltan, al menos, tres sillas del conjunto primigenio, y que fue compuesta antes –hace unos 400 años- que el recinto que ocupa el actual coro en el que una pintura mural junto a la reja de entrada proclama su finalización en 1780. También que está hecha por manos de expertos artesanos y que ha sobrellevado en relativo buen estado de conservación sus cuatro siglos de historia.

Han aparecido diversos ataques de carcoma, varios de ellos visibles que fueron los que aconsejaron la actuación ahora en curso, y algunos de termitas, "muy pocos", apuntan quienes han visto los tableros ya desmontados. Algo que no es infrecuente en este tipo de sillerías corales y que, una vez concluidos los tratamientos previstos, va a permitir que ésta de Roda de Isábena pueda aguantar sin desdoro otros 400 años.

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