Huesca reivindica el legado de Lucas Mallada: rocas, fósiles y política

El Instituto de Estudios Altoaragoneses rinde homenaje a este ilustre oscense con motivo del primer centenario de su fallecimiento. Hay referencias de él por toda la ciudad, pero según los expertos, es un gran desconocido.

Un retrato de Lucas Mallada, de cuyo fallecimiento se cumple el primer centenario.
Un retrato de Lucas Mallada, de cuyo fallecimiento se cumple el primer centenario.
Instituto de Estudios Altoaragoneses

En Huesca tiene un paseo, una escultura en una rotonda, un espacio en el parque municipal y da nombre a un instituto. Y en la céntrica calle de San Orencio una placa de 1925 recuerda: "En esta casa nació el día 18 de octubre de 1841 el excelentísimo señor don Lucas Mallada Pueyo. Sabio profundo, honor de España. Su patria y varias corporaciones científicas le dedican esta memoria". La huella de este ilustre oscense está presente en distintos rincones de la ciudad, pero para muchos es un gran desconocido. Este lunes se cumple el 180 aniversario de su nacimiento, y además en 2021 se conmemora el primer centenario de su muerte, ocurrida el 6 de febrero de 1921 en Madrid.

Ambas efemérides son una oportunidad para difundir su legado, que el Instituto de Estudios Altoaragoneses (IEA) no ha dejado pasar, con la organización de un ciclo de conferencias bajo el título ‘Rocas, fósiles y política: Lucas Mallada: un sabio comprometido’. Rocas por su aportación a la elaboración del primer Mapa Geológico de España, publicado en 1889. Fósiles, por su contribución a la paleontología, a través de su catálogo de especies, todavía de consulta obligatoria en esta disciplina. Y política porque no fue ajeno a la realidad de su tiempo. Su obra ‘Los males de la patria’, inscrita en la corriente del regeneracionismo y que ejerció una gran influencia en la generación del 98, refleja la visión de una España empobrecida contra la que se rebelaba.

En el instituto que lleva su nombre se puede ver por las tardes una exposición de fósiles de la colección que recopiló y que legó su familia a la Unviersidad.
En el instituto que lleva su nombre se puede ver por las tardes una exposición de fósiles de la colección que recopiló y que legó su familia a la Unviersidad.
Verónica Lacasa

Solo vivió aquí unos años en la capital oscense, "pero era muy de Huesca", dicen los estudiosos. Se trasladó con sus padres a Zaragoza y luego a Madrid, donde estudió Ingeniería de Minas. Entre 1880 y 1890 publicó gran cantidad de artículos sobre temas científicos, económicos, políticos y sociales. En 1880 fue nombrado catedrático de Paleontología en la Escuela de Minas. Resumió sus conocimientos en el 'Catálogo de las especies fósiles encontradas en España' y en la 'Sinopsis de las especies fósiles'.  También aportó un gran número de ejemplares de minerales, fósiles y rocas a las colecciones del actual Instituto Geológico y Minero de España (IGME). Tenía además una colección personal que, tras su muerte, fue donada en 1925 por su familia a la Escuela Normal de Maestros de Huesca y actualmente es propiedad de la Universidad de Zaragoza.

El instituto que lleva su nombre se ha sumado al centenario, con distintas actividades, entre ellas una exposición de fósiles de la colección privada. "Cuando recibimos a los alumnos, solemos preguntarles si saben quién era", cuenta el director del instituto, Fernando Sanz. Las respuestas confirman que se trata de un oscense tan ilustre como poco conocido.

Escultura de Lucas Mallada en la rotonda situada en el paseo bautizado con el nombre del ingeniero de minas.
Escultura de Lucas Mallada en la rotonda situada en el paseo bautizado con el nombre del ingeniero de minas.
Verónica Lacasa

En la misma idea insiste Ánchel Belmonte, asesor de Ciencias Naturales del IEA. "Hay evidencias de Lucas Mallada por toda la ciudad, pero no se sabe bien cuáles fueron sus aportaciones. Es un personaje muy desconocido para los oscenses y para los aragoneses, en general, pese a ser uno de los grandes sabios que ha dado esta tierra", comenta. De ahí el interés del Instituto de Estudios Altoaragoneses por reivindicar su figura y su trabajo, explorando tanto la vertiente científica como la política.

Belmonte destaca su aportación a la geología como director del Mapa Geológico de España, y su empeño en hacer la cartografía de la provincia de Huesca, con especial interés en el Pirineo. "Él echaba de menos un nivel de conocimiento de la cordillera como el que ya se tenía en el lado francés", indica. De hecho, se le considera el primer científico español que subió al Aneto.

No se pueden olvidar otros perfiles de su biografía, como su pensamiento íntimo a la luz de su correspondencia epistolar, con el propio Joaquín Costa, o el político, enmarcado en el regeneracionismo. "Era un hombre pesimista sobre la realidad de España, desesperado de ver cómo funcionaba cuando había tantos recursos en el territorio", indica el asesor de Ciencias Naturales del IEA.

También fue una figura esencial en el nacimiento de la paleontología moderna, con un trabajo "monumental" de recopilación de fósiles y una catalogación pionera de las especies, todavía útil en la actualidad para la consulta de los especialistas, dice el profesor de la Universidad de Zaragoza José Ignacio Canudo, quien recuerda que en el desarrollo de su trabajo cartográfico reunió cientos de rocas, minerales y fósiles, que se guardan en el IGME, aunque también tenía una importante colección privada, con ejemplares tan curiosos como un trozo de meteorito y piezas de minas ya cerradas.

Pero Canudo coincide en destacar sobre todo su contribución política y social. Paseando por la España rural a lomos de un burro descubrió "un país muy distinto de Madrid, extremadamente pobre", para reivindicar la necesidad de un cambio.

Casa natal del sabio oscense, en la calle San Orencio, donde una placa le recuerda.
Casa natal del sabio oscense, en la calle San Orencio, donde una placa le recuerda.
Verónica Lacasa

Conferencias y un paseo geológico por Huesca

El ciclo de conferencias coordinado por Ánchel Belmonte se compone de dos charlas a cargo de los profesores de la Universidad de Zaragoza Andrés Pocoví y José Ignacio Canudo, el 18 y el 19 de octubre, así como de un diálogo en torno a 'Lucas Mallada: ciencia y política' entre dos especialistas en esas facetas de su figura como son Carlos Forcadell y Enric Aragonès, el día 20 de octubre, todo ello a partir de las 19.00 en el salón de actos del Centro Cultural Manuel Benito Moliner de Huesca (antiguo Matadero) y en colaboración con el Ayuntamiento de Huesca. La entrada será libre, con inscripción previa a cada sesión reservando invitación en https://www.huesca.es/areas/cultura/programacion/venta-de-entradas-online.

El sábado 23 se cerrará el ciclo con un recorrido geológico por la ciudad de Huesca, a las 10.00 y a las 12.00, para el cual las plazas son limitadas. Para participar en la visita será necesaria la inscripción previa en iea@iea.es y las plazas (40 en total) se adjudicarán por orden de inscripción.

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