Los vecinos de Sariñena urgen una "solución definitiva" tras llevar ya diez días sin agua potable

El Ayuntamiento tiene en proyecto habilitar un doble sistema de captación para poner fin a los problemas actuales. Las ventas de agua embotellada han crecido hasta un 20%.

Cari Torres cargando su carro con agua embotellada en un supermercado de Sariñena.
Cari Torres cargando su carro con agua embotellada en un supermercado de Sariñena.
Patricia Puértolas

Los 3.500 habitantes de Sariñena -incluido el Barrio de la Estación- alcanzan ya su décimo día consecutivo sin agua potable tras detectar la presencia de un fitosanitario de uso agrícola (metolacloro) durante los análisis rutinarios de control. El agua del grifo ni se puede consumir ni utilizar para cocinar, de ahí que estos días sea habitual encontrarse con vecinos cargados con botellas y garrafas. Las ventas de agua mineral han subido entre un 10 y un 20% en las tiendas y supermercados.

A pie de calle, los vecinos aseguran estar "hartos" de los recurrentes problemas que presenta el agua de boca en Sariñena. De hecho, muchos ya disponen de sistemas propios de filtrado y llevan años incluyendo el agua embotellada en su lista de la compra. "Ahora, es un herbicida y en otras ocasiones, la turbidez o el mal olor. Ya estamos cansados. Es un problema grave y necesitamos de una solución definitiva", señala Lourdes Carilla. A su lado, Conchita Casas se muestra igual de crítica y añade que esta situación, además de "un engorro", eleva el gasto de las familias.

Sara Paúl y María José Abadía ponen el acento en los inconvenientes derivados de la falta de agua potable. "Tienes que estar todo el día con la garrafa, ya sea para hacerte un café, cocer la verdura o lavarte los dientes", indican, dirigiendo también su mirada hacia el consistorio. Y es que ambas creen que se trata de un problema que «deberían haber solucionado hace ya mucho tiempo». "Hay que ser valientes y actuar, aunque la inversión sea importante", subraya otra vecina, Cari Torres, que lleva años luchando contra la mala calidad del agua de boca.

Los vecinos son muy conscientes de que la raíz del problema está en el actual sistema de captación. Sariñena se suministra de la acequia Valdera, una infraestructura que discurre a cielo abierto y además, presenta una mala cimentación, lo que conlleva el arrastre de tierra y de otras sustancias. No es la primera vez que la presencia de un herbicida les deja sin agua potable. En 2016 y en 2018, ya vivieron una situación casi idéntica. De hecho, al observar que se viene repitiendo cada dos años, y con la misma sustancia, el ayuntamiento ha optado esta vez por presentar una denuncia ante el Seprona bajo la sospecha de que al deficiente sistema de captación se esté sumando "una mala praxis".

Un grupo de vecinas de Sariñena comentando en una de las principales avenidas de la localidad los problemas de agua que sufren reiteradamente.
Un grupo de vecinas de Sariñena comentando en una de las principales avenidas de la localidad los problemas de agua que sufren reiteradamente.
Patricia Puértolas

El metolacloro es un herbicida utilizado en el cultivo del maíz y en condiciones normales, "siempre que se encuentre en pequeñas cantidades", indican desde el consistorio, debería haber sido eliminado por los sistemas de tratamiento y filtrado recién renovados. La inversión ha sido de alrededor de 100.000 euros.

El reciente puente del Pilar ha alargado más de lo previsto el problema actual, según explica el alcalde, Juan Escalzo, que confía en disponer este lunes de los resultados de las nuevas analíticas y poder levantar las restricciones que comenzaron el pasado día 8 y que fueron comunicadas a la población a través de carteles, bando móvil y redes sociales.

El consistorio ha utilizado también estos mismos canales para dar a conocer sus planes para mejorar de forma definitiva la calidad del agua de boca. La idea es llegar a contar con un doble sistema de captación: el de la acequia Valdera, pero entubando la infraestructura, una actuación que se incluye en el proyecto de modernización recién iniciado por el sindicato local de riego; y el del sector XI, que requiere la instalación de un nuevo hidrante y después, del correspondiente sistema de canalización hasta los depósitos de la localidad. Aunque dependen de terceros, los dos proyectos ya han dado sus primeros pasos y acabarían con los problemas actuales.

Hasta entonces, el consistorio prevé habilitar una nueva partida en los próximos presupuestos destinada a la mejora del actual sistema incluyendo la limpieza a fondo de la balsa y los depósitos.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión