Quejas por el cierre de 17 camas extra en las Urgencias del hospital San Jorge de Huesca: "Será nefasto para los pacientes"
Sanidad aplicará la medida desde el lunes para volver a la situación de prepandemia. El personal sanitario del servicio pide mantenerlas abiertas hasta que concluyan las obras del nuevo edificio en agosto del próximo año.
El servicio de Urgencias del Hospital Universitario San Jorge de Huesca regresará el lunes a la situación prepandemia cerrando las 17 camas extra que ha tenido en este último año y medio para atender de forma diferenciada a pacientes covid y el resto de patologías. Ahora, todos compartirán el mismo espacio.
Desde el departamento de Sanidad defienden la medida "porque lo lógico es que, como sucede en todos los hospitales, se vaya volviendo a la normalidad". Y destacan al respecto que ahora solo hay dos pacientes covid en el San Jorge, cuando en las peores oleadas llegó a rozar el centenar.
Sin embargo, el personal de Urgencias está molesto "por las nefastas consecuencias que va a suponer para los pacientes", resaltan. Por ello, piden que se mantengan abiertas estas camas extra hasta que esté operativo en agosto del año que viene el nuevo edificio que se está construyendo con una inversión de 5,8 millones de euros y que triplicará el espacio actual.
Con la llegada de la pandemia, y ante el aumento exponencial de casos, se habilitó el antiguo gimnasio de rehabilitación para disponer de más boxes para este tipo de pacientes, consiguiendo prácticamente duplicar el espacio hasta un total de 40 plazas. Allí se colocaron 13 boxes de media-larga estancia y se trasladaron los de Traumatología, Otorrino-Oftalmología y el de Curas, así como una sala de espera. También se dotó a los boxes de toma de oxígeno y de vacío, de timbres para avisar al personal, monitores, carro de paros... Y todo con una dotación de personal de siete enfermeras, siete auxiliares y dos celadores.
El personal recuerda que los pacientes llevaban sufriendo las deficiencias estructurales de Urgencias desde que se hizo la última reforma en 1996, y que en los últimos 18 meses, en cambio, gracias a esta ampliación, han recibido "una calidad asistencial, con tiempos de demora mínimos y garantizando la intimidad a los pacientes". Sin embargo, temen que con este cierre, regresen a las camillas al pasillo "que era casi una norma diaria anteriormente obligando a explorar a los pacientes sin ningún tipo de intimidad", subrayan.
Ahora se van a quedar con solo 22 plazas para pacientes: seis boxes, una sala de críticos/vitales, dos boxes de traumatología, uno de Curas, uno de Otorrino-Oftalmología, uno de Osiquiatría, nueve camas en la Sala de Observación y una sala de consulta rápida.
"La presión asistencial está subiendo y estamos casi igual que en 2019"
El personal sanitario admite que el número de casos covid ha caído, pero remarca que no ha ocurrido lo mismo con la presión asistencial del servicio que, de hecho, "ha ido aumentando de manera progresiva hasta estar en números similares a los de 2019", aseguran.
De hecho, denuncian que esas 22 camas hubieran resultado "totalmente insuficientes" para atender a los 45 pacientes que llegaron una tarde de esta misma semana de forma simultánea a Urgencias. Desde el departamento de Sanidad replican que fue algo puntual.
Además, el personal sanitario advierte de que la sala de espera tiene una capacidad máxima para 23 pacientes respetando la distancia de 1,5 metros por lo que si se repite esta situación, muchos tendrían que esperar en la calle.
Así, auguran que los tiempos de espera aumentarán, las ambulancias podrían quedar bloqueadas y se incrementará el riesgo de que se demore la atención en patologías graves tiempo dependientes (coronarios, ictus, politraumatizados, quirúrgicos...). "Los pacientes de la provincia de Huesca no nos merecemos esto", concluyen.
