La DPH reabre la carretera de Espés para aliviar el cierre del principal acceso al valle de Benasque

Entrará en servicio este jueves tras las complejas obras de mejora integral en las que se han invertido más de 1,5 millones de euros. El paso por esta vía de montaña estará prohibido para vehículos pesados.

Imagen de la carretera de Espés tras su compleja mejora integral.
Imagen de la carretera de Espés tras su compleja mejora integral.
DPH

A solo cinco días de que el Ministerio de Transportes cierre al tráfico por obras durante un mes y medio el principal acceso al valle de Benasque por la N-260, la Diputación Provincial de Huesca ha llegado a tiempo para reabrir la carretera de Espés, que servirá como alternativa durante este nuevo período de corte ya que permitirá reducir el rodeo que habrá que dar a partir del lunes en unos 15 kilómetros

La vía entrará en servicio este jueves a falta de los últimos retoques de señalización aunque el paso estará permitido solo para vehículos ligeros y de emergencias debido a las características de esta carretera de montaña por lo que el transporte pesado tendrá que seguir circulando por el Eje del Isábena o por la N-230

La DPH ha invertido más de 1,5 millones de euros en la mejora integral de los 11 kilómetros que comunican la A-1605 y la N-260. En un principio solo estaba previsto actuar en el tramo de 5,7 km hasta Espés Alto ensanchando la calzada hasta los 6 metros, reforzando taludes por unos desprendimientos y corregir algunas curvas para ganar seguridad. Las obras fueron adjudicadas a la UTE formada por Hormigones del Pirineo y Horpisa Sobrarbe.

Pero posteriormente se decidió remodelar también el resto del trazado hasta Abella regularizando todo el tramo hasta los 5 metros de anchura, además de incorporar mejoras de seguridad vial, rectificar algunas curvas cerradas, extraer blandones y echar aglomerado, como explicó el diputado responsable de Obras, Joaquín Monesma. "Hemos agilizado los últimos trabajos que quedaban para poder llegar a tiempo al cierre de la N-260", remarcó.

Esta vía será una alternativa mientras duren las obras de mejora del tramo de la N-260 entre Campo y el final del Congosto del Ventamillo, cuya ejecución se prolongará hasta mediados de 2023. Permite esquivar los puertos de Bonansa y Col de Espina.

En este nuevo período, la carretera estará cerrada 57 días: del 18 de octubre hasta el 2 de diciembre para reabrir de cara al puente de la Inmaculada y la Constitución, cuando se espera que pueda dar comienzo también la temporada de esquí; y del 13 al 16 y del 20 al 22 de diciembre y del 17 al 20 de enero. El Ministerio ha habilitado una partida extra para poder acelerar el ritmo de los trabajos durante esta fase. 

La ruta más directa entre Barbastro y Benasque discurre por la N-123, N-260, A-139, N-260 y A-139) con 88 km y 95 minutos de duración aproximada. La de Espés es la más corta de las otras cuatro rutas alternativas con 113 km y 128 min. La del Turbón (N-123/N-260/HU-V-9601/A-1605/camino de Espés/N-260/A-139) tiene 124 km y 130 min; la de Bonansa (N-123/A-1605/N-260/A-139), 127 km y 136 min; y la de Benabarre (N-123a/N-230/N-260/A-139), 144 km y 145 min.

El tramo entre Campo y Seira ya estuvo cerrado casi tres meses -del 6 de abril al 1 de julio- por culpa de dos desprendimientos en el Congosto de Ventamillo y en Seira que retrasaron su apertura. Las obras de urgencia costaron cerca de 14 millones de euros.

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