La Guardia Civil de Huesca destruye más de 700 armas sin uso

La mayoría son escopetas y habían sido depositadas en las diferentes Intervenciones de Armas de la provincia. De ellas, 229 quedaron sin adjudicar en la subasta celebrada este año en la Comandancia. 

Armas destruidas por la Guardia Civil de Huesca.
Armas destruidas por la Guardia Civil de Huesca.
Guardia Civil

Un total de 729 armas de fuego y armas blancas que se hallaban depositadas por diferentes motivos en la Intervención de Armas y Explosivos de la Guardia Civil de Huesca han sido destruidas. Los agentes las trasladaron hasta una empresa siderúrgica, para convertirlas en chatarra a través del proceso de fundición.

Entre el material destruido había 535 escopetas, 10 rifles, 18 carabinas, 40 pistolas, 23 revólveres, tres armas de avancarga, 23 armas de aire comprimido, un subfusil y 45 armas blancas.

Actualmente, la competencia en materia de armas y explosivos que el Estado tiene, se materializa por medio de las Intervenciones de Armas y Explosivos de la Guardia Civil. Estas Unidades controlan el acceso legal a las armas, para lo cual el Reglamento vigente establece unos requisitos, como la carencia de antecedentes penales así como la superación de pruebas teóricas y prácticas sobre el uso y manejo.

La mayoría son escopetas y habían sido depositadas en las diferentes Intervenciones de Armas de la provincia. De ellas, 229 quedaron sin adjudicar en la subasta celebrada este año en la Comandancia.

En la provincia de Huesca existen más de 15.000 autorizaciones de diverso tipo para poder tener armas de fuego (para caza mayor, caza menor, tipo deportivo, seguridad privada, etc.), las cuales amparan más de 27.000 armas de fuego.

Asimismo, de manera periódica, la Guardia Civil de Huesca lleva a cabo la destrucción de armas de fuego de diversos calibres, así como armas blancas prohibidas. Algunas de ellas están implicadas en ilícitos, penales o administrativos, las cuales, tras el correspondiente procedimiento, se determina su destrucción; y otras, que al cesar sus titulares en el derecho a la tenencia y uso de las mismas y al no haber sido adjudicadas en subastas, tienen el mismo final. Este año, 229 armas de fuego quedaron sin adjudicar en la subasta celebrada en la Comandancia en el pasado mes de mayo.

Con la entrada en vigor el pasado 5 de noviembre de 2020, del RD 726/2020, por el que se modifica el Reglamento de Armas, pasado un año de plazo desde el depósito, las armas que no reciban ninguno de los destinos previstos en la norma (recuperación, enajenación, inutilización) serán destruidas.

No obstante al haberse eliminado las subastas de armas, aquellas armas depositadas con anterioridad al 5 de noviembre de 2020, se regirán por la normativa anterior y serán subastadas durante el primer trimestre del próximo año 2022, en fecha aún por determinar.

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