Sueltas controladas para garantizar el rafting en el Gállego 

Las empresas de Murillo podrán alargar la temporada hasta el puente del Pilar gracias a la colaboración de los regantes y de la CHE, que permiten almacenar agua en el embalse de la Peña durante la noche para soltarla de día. 

Un grupo de clientes haciendo una bajada de rafting este verano por el Gállego con mascarillas.
Un grupo de clientes haciendo una bajada de rafting este verano por el Gállego.
Ur Pirineos

A estas alturas del verano, los caudales del Gállego ya no son suficientes para permitir el descenso de barcas por el río, principal motor económico de Murillo de Gállego. Sin embargo, la temporada de aguas bravas se podrá prolongar hasta el puente del Pilar gracias a las sueltas controladas realizadas desde el embalse de la Peña, que depende de la comunidad de regantes del Bajo Gállego y es explotado por la Confederación Hidrográfica del Ebro. 

Los empresarios del sector de turismo activo agradecen la colaboración de ambos, porque así podrán prolongar los contratos a sus empleados para atender a los clientes que todavía llegan atraídos por las actividades acuáticas. Además, ven en ello "un reconocimiento al impacto económico de la actividad", comenta Gustavo Ortas, de la empresa UR Pirineos y presidente de la Asociación Gállego Activo. 

La retención de agua en el embalse durante la noche, para tener un caudal suficiente que soltar durante el día, está condicionada a las necesidades de los regadíos o de la explotación de la presa. "Es fundamental para nosotros, para todas las actividades, pero sobre todo para el rafting, el producto estrella", indica Ortas. De momento, son acuerdos verbales, aunque reconoce que les gustaría plasmarlos por escrito.

Sin estas sueltas controladas la temporada ya habría acabado, ya que a estas alturas del verano el caudal se reduce considerablemente. Otros años han recurrido a ellas incluso en primavera, después de inviernos secos. Las maniobras de desembalse se producen entre las 10.00 y las 14.00, aportando unos caudales de 13 metros cúbicos por segundo, una cantidad que cambia en función de la demanda de riego. "El aumento de caudal no es muy importante, pero resulta fundamental para nosotros", añade. 

Un curso de iniciación al piragüismo que se está desarrollando estos días en Murillo.
Un curso de iniciación al piragüismo que se está desarrollando estos días en Murillo.
Gustavo Ortas

Tras unos meses muy duros por la pandemia, con el cierre de las empresas, el sector de las aguas bravas del Gállego ha vivido un verano de plena ocupación, lo mismo que el resto del turismo del Alto Aragón. "Teníamos todas las reservas llenas a una semana vista. No recuerdo un verano como éste", asegura el empresario de Ur Pirineos, que lleva 25 años en esta actividad.

El río ha permitido los descensos de rafting hasta el 20 de agosto, pero a partir de esta fecha han tenido que echar mano del embalse. Las sueltas controladas no solo harán posible la actividad turística, pues en septiembre se realiza en el río cursos de formación para profesionales de los parques de bomberos y de Protección Civil, y para el Inaem.

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