Reabre el Parque San Martín de Huesca tras la última fase de reacondicionamiento
Estas actuaciones, que han durado 4 meses, elevan la inversión del Ayuntamiento de Huesca en 2021 hasta los 243.000 euros. El parque podrá volver a ser visitado desde este miércoles.
El Parque de San Martín luce una renovación integral tras las actuaciones de mejora y acondicionamiento que ha llevado a cabo el Ayuntamiento de Huesca durante los últimos cuatro meses, con una inversión total de 243.000 euros. Desde este miércoles, el parque reabre para que los ciudadanos pueden ver los resultados de estos trabajos.
La construcción de juegos infantiles, un arenero, la mejora del entorno del antiguo pozo perteneciente a la Torre Gallo; las dunas en la pradera central del Parque (que anteriormente era pavimento duro); la puesta en valor de la placa en recuerdo de las víctimas de la violencia machista, la mejora de la pista de baloncesto o la renovación tecnológica del sistema de riego, son algunos ejemplos de las actuaciones que se han llevado a cabo en el Parque San Martín.
La inversión del Ayuntamiento continuará con una nueva fase que se adjudicará en próximas fechas y que estará dotada con 100.000 euros. Servirá para regenerar una parte del pinar, plantar nuevo arbolado, sembrar varias praderas de césped, establecer nuevos senderos, colocar más bancos y crear una zona de picnic.
El acondicionamiento y mejora de esta zona verde de la ciudad es un compromiso del Ayuntamiento de Huesca gracias al proceso de participación ciudadana que se lleva a cabo, ya que esta fue una de las propuestas destacadas por los vecinos del barrio de Santo Domingo y San Martín. Los materiales utilizados se enmarcan en los principales proyectos de diseños sostenibles que tratan de mitigar los efectos del cambio climático a través de la creación de islas de biodiversidad con pavimentos permeables y recuperación de céspedes dañados y mantenimiento.
El concejal de Medio Ambiente y Servicios Generales, Roberto Cacho, afirma que “era necesario actuar en este parque de la ciudad porque mostraba un aspecto que tenía muy poco que ver con el resto de zonas verdes de la ciudad, que en los últimos años han ganado sustancialmente no solo en vistosidad, sino en posibilidades de uso para los vecinos, en renovación tecnológica; integración en el paisaje urbano y, en conclusión, en ser epicentros de la vida social para diferentes generaciones de vecinos”.
