Un montañero de 57 años y vecino de Huesca ha fallecido este domingo tras sufrir un desvanecimiento por un posible infarto cuando se encontraba caminando por la subida de Argualas, en una zona conocida como Majada Baja, en el término municipal de Panticosa, según ha informado la Guardia Civil.  

El aviso del desvanecimiento ha llegado sobre las 9.00. Al lugar se dirigieron el helicóptero con base en Benasque y un médico del 061. Tras llegar, el facultativo junto con los especialistas le realizaron maniobras de RCP, pero tras más de una hora no consiguieron su recuperación por lo que se comunicó su fallecimiento al Juzgado de Guardia de Jaca y su cadáver fue trasladado al anatómico forense de Huesca a la espera de autopsia.

Con esta ya son siete las personas que han fallecido este año realizando distintas actividades al aire libre en la provincia de Huesca. Una de ellas, un senderista leridano de 57 años, murió también por un infarto en la ruta de las cascadas de Cerler. Los otros cinco se debieron a accidentes: una barranquista de Barbastro de 33 años que se ahogó en Torla; un corredor de montaña de Alicante residente en Jaca, de 22, que se despeñó por un cortado en la zona de Candanchú; un escalador catalán, de 49, que murió al desprenderse una roca del pico Balaitus, en Panticosa; otro escalador catalán de 55 años que sufrió una grave caída en el pico Tromouse, en Bielsa; y un ciclista de Zaragoza de 58 años que tuvo un accidente en una pista forestal de Capella.

A lo largo del fin de semana, los especialistas de la Guardia Civil han tenido que realizar otros nueve rescates. El sábado hubo cuatro salidas. La primera, a las 12.00, para auxiliar a un barranquista francés de 17 años que se había lesionado un tobillo cuando descendía el barraco Miraval (Tella-Sin). Debido a lo inaccesible del lugar, el helicóptero de Benasque tuvo que hacer un ciclo de grúa para que los socorristas del Greim de Boltaña y el médico del 061 accedieran al accidentado y lo evacuaran a Benasque y de allí en ambulancia al hospital de Barbastro.

A las 13.00 se recibieron dos avisos. El primero, por dos senderistas, un hombre de 62 años y una mujer de 68, ambos vecinos de Navarra, que se habían extraviado cuando realizaban una ruta circular por la zona de Cerler y que fueron localizados en el pico Cogulla por el Greim de Benasque. A esa misma hora les avisaron de que una senderista de 54 años y vecina de Guipúzcoa tenía un fuerte dolor en la rodilla en la zona del Ibón de Piedrafita y no podía continuar. Fue evacuada en vehículo oficial al centro de salud de Escarrilla.

El último aviso del sábado se produjo sobre las 13.20 informando de que una mujer de 57 años y un hombre de 64, ambos vecinos de Zaragoza, se encontraban enriscados en el pico Russel. Acudió la Unidad Aérea y el Greim de Benasque, y tras grandes dificultades para acceder hasta el lugar debido a las fuertes rachas de viento y las nubes existentes en la zona, los pilotos tuvieron que dejar a los especialistas de montaña en un lugar más seguro y éstos se aproximaron a pie hasta los montañeros. Les colocaron arneses para asegurarlos durante el descenso e iniciaron la bajada, consiguiendo llegar a una zona más segura donde pudo recogerlos el helicóptero y trasladarlos ilesos al refugio de Cap Llauset.

Este domingo, además de la intervención por el fallecido en Panticosa, han tenido que atender otras cinco llamadas de auxilio para rescatar a una persona que se había golpeado la espalda en un salto en el barranco de Miraval; una peregrina alemana que se había torcido el tobillo en el Camino de Santiago entre Jaca y Santa Cilia; un montañero con un posible rotura de fibras en el pico Anayet; una mujer de 26 años y vecina de Vitoria que se encontraba en la ferrata de Sacs (Benasque) y no podía continuar al encontrarse agotada; y una persona con una lesión de rodilla en el ibón de IP.