Los alcaldes ante el toque de queda: "La Policía lleva dos semanas desmontando botellones y fiestas en pisos"

Los ayuntamientos de Jaca, Barbastro y Huesca aplauden la decisión de los tribunales, aunque creen que llega tarde. Confían en la eficacia de la restricción para aplanar la curva de contagios. 

Agentes de la Policía Nacional en un servicio de vigilancia en la catedral de Jaca.
Agentes de la Policía Nacional en un servicio de vigilancia en la catedral de Jaca.
Verónica Lacasa

Los alcaldes de las ciudades de Huesca afectadas por el toque de queda han aplaudido  el aval del Supremo al toque de queda decretado por el Gobierno de Aragón, pero lamentan que la restricción llegue con retraso porque en las últimas semanas la Policía no ha tenido las mismas herramientas para atajar las concentraciones nocturnas.

"La Policía Nacional en Jaca lleva ya dos semanas desmontando casi a diario botellones, fiestas en pisos y locales. Si el toque de queda hubiera llegado antes esto se podría haber evitado más fácilmente. No digo que no se vaya a producir pero da más herramientas a la Policía para poder hacer su trabajo", declara el alcalde, Juan Manuel Ramón (PSOE), quien considera que el toque de queda es "lo más adecuado y lógico" para controlar el aumento de contagios.

Ramón dice estar satisfecho por el respaldo judicial a las decisiones del Ejecutivo, en general, y en este caso que afecta a cuatro ciudades de la provincia de Huesca, en particular, pues cuando los casos se disparan es necesario tomar medidas, y en las adoptadas en Jaca "el Gobierno de Aragón ha escuchado al Ayuntamiento".

Con 2.400 casos de incidencia acumulada, Jaca encabeza el ranquin en Aragón y roza la mayor oleada desde el inicio de la pandemia. Los datos del municipio, matiza el alcalde, deben tomarse con cautela, ya que parte de los positivos son veraneantes de otros puntos de la Comunidad e incluso de fuera de ella pero se computan en la zona de salud. "La población de Jaca en estos momentos no es la habitual, es mucho más elevada".

Al mismo tiempo, Juan Manuel Ramón no cree que el toque de queda vaya a repercutir en el turismo. "El efecto negativo es que aparezcamos como una ciudad con tantos contagios. Habrá poca gente que no venga por esta razón", añade.

El alcalde de Barbastro, Fernando Torres (PP), coincide con él en el retraso de la medida, a la vez que lamenta la escasez de medios de la Policía Local para controlar las reuniones nocturnas de jóvenes y evitar la propagación del coronavirus. "Llega más tarde de lo que hubiéramos deseado, ya que estas dos últimas semanas han seguido subiendo los casos", dice, mientras "el control de botellones y concentraciones de jóvenes, sobre todo los fines de semana, nos ha sido muy complicado". Torres confía en que la medida "se note en el descenso de los casos los próximos días". 

El Ayuntamiento de Huesca también ha valorado positivamente que se cuente con un instrumento como es el toque de queda, que sobre todo ayudará a evitar las concentraciones nocturnas, y más al coincidir con las 'no fiestas' de San Lorenzo. La ratificación del Tribunal Supremo ha sido "bien recibida", declara la concejala de Seguridad Ciudadana y Movilidad, Ana Loriente, porque además de ayudar a la Policía "va a servir para reforzar la concienciación y la responsabilidad que es necesaria durante estas fechas". Por su parte, el alcalde de Monzón, Isaac Claver, declinó opinar sobre la decisión judicial.

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