En el Parque Natural de Guara, sobran pajares en ruinas y faltan viviendas

El patronato del espacio protegido estudia un cambio de la normativa que prohíbe rehabilitarlos como espacios habitables. Su presidente reconoce que el artículo está «desfasado», pues muchas edificaciones agrícolas están a punto de caerse mientras existe una elevada demanda de casas. 

Algunos de los pajares situados en los alrededores del pueblo. En la imagen de arriba, el alcalde, Fernando Abadías.
Algunos de los pajares situados en los alrededores del pueblo. En la imagen de arriba, el alcalde, Fernando Abadías.
Rafael Gobantes

Sobran pajares ruinosos que afean la imagen de los pueblos y faltan casas para vivir y revitalizarlos. Esta es la realidad de algunos municipios del Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara, el espacio protegido con mayor extensión de Aragón (47.453 hectáreas de Parque y 33.286 de Zona Periférica de Protección), cuya normativa prohíbe rehabilitar estos edificios agrícolas para hacerlos habitables. La regla tiene los días contados, ya que el Patronato, a instancias de algún alcalde, estudiará el cambio legal.

Guara es también el Parque con más municipios de la Comunidad (15) y, a diferencia de otros, como Ordesa o Posets-Maladeta, en el interior de sus límites sí hay núcleos poblados. Comprende los términos de Bierge, Colungo, Abiego, Adahuesca, Aínsa-Sobrarbe, Alquézar, Arguis, Bárcabo, Boltaña, Caldearenas, Casbas de Huesca, Huesca, Loporzano, Nueno y Sabiñánigo y cuatro comarcas: Alto Gállego, La Hoya de Huesca, Sobrarbe y Somontano de Barbastro.

El Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) permite la rehabilitación de pajares "siempre y cuando no se destinen a otros usos". En las edificaciones existentes solo autoriza aquellas reformas "sin modificación de su dedicación tradicional o bien con destino a construcciones asociadas a actividades agroganaderas, forestales y de gestión del Parque, talleres autónomos y pequeño comercio, así como las de servicio a campamentos de turismo e instalaciones hosteleras".

Una norma que contrasta con la escasez de viviendas en algunos pueblos, hasta el punto de que el Ayuntamiento de Colungo solicitó por carta al Patronato un cambio en la regulación del PORN para los pajares de los aledaños del casco urbano. "Están en mal estado o se están cayendo. Al ser solo posible su rehabilitación como pajar o almacén, no interesa a los dueños", señaló, pidiendo el arreglo como vivienda, con las limitaciones oportunas en cuando al volumen de edificabilidad. En su última reunión, el Patronato recogió el guante y ha decidido crear un grupo de trabajo para abordar la modificación.

"Los pajares que hay alrededor de los pueblos están en ruinas, se nos están cayendo. Esa norma no tiene ningún sentido actualmente, hay que darle una vuelta. Se deberían poder hacer algo acorde con los tiempos", reclama el alcalde de Colungo, Fernando Abadías. Aquí hay una veintena, "si no caídos, a punto de caerse". Cuatro estarían en condiciones de remodelarse ya como vivienda si no existiera esa norma. "Nosotros no queremos que se haga cualquier cosa sino que se mantenga la forma tradicional del pajar: con un tejado a dos aguas, un planta baja y una buhardilla...", precisa. En contraste, existe "muchísima necesidad de casas" para atender la demanda de vecinos y segundas residencias.

Según el presidente del Patronato, José Luis Bergua, es una oportunidad porque en dos años se tiene que cambiar el plan. "Nadie se gasta dinero para rehabilitar un pajar como pajar y sin embargo sí se necesitan viviendas", asegura. En su opinión, el artículo está "desfasado" y perpetúa una imagen de ruina. "Es triste que ocurra esto, sobre todo cuando hay demanda". La problemática de Colungo, añade, es compartida por otros municipios del Parque. Si bien todo el Patronato estuvo de acuerdo, las organizaciones ecologistas (SEO y Fundación del Quebrantahuesos) indicaron que deberá estudiarse el caso de cada localidad.

Plan de movilidad

El Parque también tiene en proyecto diseñar un plan de movilidad para distribuir mejor los flujos de visitantes, concentrados en dos o tres zonas, mientras otras se quedan sin uso, así como definir "qué tipo de movilidad queremos y con qué vehículos". Ordesa y Posets-Maladeta llevan años recurriendo al transporte público en las áreas más frecuentadas.

El nuevo PORN debe atender también el déficit de aparcamientos. De momento se ha aprobado un reglamento que flexibiliza las zonas de estacionamiento allí donde no supongan un peligro.

El director general de Medio Natural, Diego Bayona, informó asimismo en la reunión del Patronato sobre el Eje Norte de Guara, una carretera que pretende vertebrar la zona más despoblada. El proyecto está pendiente de la Declaración de Impacto. Los ecologistas no se oponen a esta infraestructura, pero creen que es "mejorable", y dicen que "parece que está descartada" la financiación con los nuevos fondos europeos, por no ajustarse a los criterios de la Comisión. "El director general dijo que si pasa los filtros ambientales, lo deseable es que el promotor sea una administración con experiencia como por ejemplo la Diputación", manifestó Juan Antonio Gil, portavoz de la Fundación del Quebrantahuesos.

Guara tendrá este año un presupuesto de 1,1 millones de euros, buena parte para pagar a los 20 trabajadores encargados del mantenimiento de los senderos y el entorno. Los ayuntamientos ya han recibido la financiación que los compensa por el número de hectáreas.

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