La Comarca de Los Monegros inicia el cuarto tratamiento frente a la mosca negra, centrado en ríos y barrancos

El tratamiento se basa en tres partes. Primero se lleva a cabo una prospección para ver el estado de las larvas, después se lleva a cabo el tratamiento a través de una bactería tóxica para ellas y finalmente se lleva a cabo un seguimiento.

Casi todas las mordeduras de mosca negra son en zona desprovista de lana, principalmente ubres, vientes, ingles, orejas, cara y morro del animal.
Casi todas las mordeduras de mosca negra son en zona desprovista de lana, principalmente ubres, vientes, ingles, orejas, cara y morro del animal.
Imagen cedida por los veterinarios Luis Figueras Ara y David Martínez Durán

La Comarca de Los Monegros ha iniciado el cuarto tratamiento, centrado en ríos y barrancos, frente a la mosca negra. La entidad comarcal extendió el año pasado el tratamiento a barrancos, ya que hasta entonces y desde 2017, los tratamientos generalizados se llevaban a cabo únicamente en ríos, ya que el hábitat de cría de la mosca negra son los cursos de agua corriente. Sin embargo, se observó que las moscas también criaban en los barrancos.

"Desde entonces hay 17 barrancos georeferenciados, donde se lleva a cabo el tratamiento, además de los ríos Alcanadre, Flumen y Guatizalema", según ha informado la técnica comarcal de servicios medioambientales, Ángela Martínez. "El cuarto tratamiento se inició ayer en la zona de barrancos y hoy se ha empezado a hacer en los ríos abarcando toda la comarca, en el Fumen, desde Albero Bajo hasta la zona de Albalatillo, que desemboca en el Alcanadre y en Guatizalena, desde Huerto hasta el límite con la comarca del Bajo Cinca", ha agregado..

El tratamiento se basa en tres partes. Primero se lleva a cabo una prospección para ver el estado de las larvas, después se lleva a cabo el tratamiento a través de una bactería tóxica para ellas y finalmente se lleva a cabo un seguimiento.

La incidencia de la mosca negra es mayor en los meses de primavera y verano, pero cría durante todo el año, por ello ahora se trabaja con el objetivo de adelantar el inicio del tratamiento al mes de febrero. En este sentido, Martínez ha explicado que "la mayor incidencia es en primavera y verano, pero cría durante todo el año y la diferencia es que en enero y febrero se ralentiza mucho el ciclo biológico por la temperatura del agua y, sin embargo, no es así en verano",

El objetivo es que en lugar de iniciar los tratamientos en marzo o en abril, hacerlo en febrero para poder atacar el problema desde el inicio y conseguir así reducir las poblaciones que puedan llegar a las épocas de mayor incidencia.

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