Patrimonio mantiene el veto al proyecto de recuperación del pozo de hielo de Fraga
La alcaldesa, del PP, cree que detrás de esta decisión existe un trasfondo político porque "no existe un material más discreto que el cristal", utilizado en su cerramiento.
Las obras de remodelación de la plaza de España y el paseo Segoñé de Fraga siguen sin avanzar. Y todo por la estructura de protección de los restos del pozo de hielo, que forma parte del proyecto y que continúa sin obtener el visto bueno de la Comisión Provincial de Patrimonio del Gobierno de Aragón.
Se trata de la segunda vez que los técnicos de la DGA rechazan la propuesta del Ayuntamiento de Fraga, al entender que la cubierta diseñada -una marquesina porticada y cerramientos verticales acristalados- resta protagonismo al BIC. Patrimonio aboga por reducir las dimensiones de la estructura y utilizar materiales "más discretos".
Para desatascar la situación, y después de que su recurso haya sido rechazado, el consistorio está trabajando en tres alternativas, que elevarán de nuevo a la Comisión de Patrimonio. El objetivo es trasladar las nuevas propuestas antes del próximo 15 de julio.
El Ayuntamiento de Fraga no ha escondido su malestar, al entender que "no existe un material más discreto que el cristal" y además, considerar que son numerosas las cubiertas similares o más llamativas aprobadas por Patrimonio. Dentro de los ejemplos enumerados, citan el caso del propio yacimiento de Villa Fortunatos, ubicado en Fraga, que está protegido por una cubierta metálica de grandes dimensiones. Su alcaldesa, Carmen Costa, del PP, cree que detrás de estas decisiones existe un trasfondo político "que resulta absurdo y que perjudica a toda la ciudad".
A estas alturas, las obras de remodelación del paseo Segoñé y la plaza de España, que supondrán una inversión de 1,2 millones de euros, ya deberían haber comenzado. El proyecto no formaba parte de los planes del Ayuntamiento de Fraga. De hecho, deriva del hallazgo fortuito del propio pozo de hielo, cuyos restos aparecieron en enero de 2020, a raíz del reventón de una tubería. Desde su concepción, el proyecto ha sido objeto de un tenso debate a nivel político y social, en el que su principal detractor es el grupo municipal del PSOE.
Los socialistas ya mostraron su oposición al tipo de edificación elegida para proteger el pozo de hielo, al resultar, tal y como decía el propio proyecto, "incompatible" con la posición que ocupa la escultura de La Fragatina, que está justo detrás de los restos hallados y que deberá ser desplazada. Los socialistas están en contra de su reubicación así como del hecho de que el pozo de hielo condicione el proyecto.
Los planes del consistorio pasan por ubicar la escultura, uno de los principales símbolos de la ciudad, al frente del remodelado paseo, justo delante del pozo de hielo, aunque a cierta distancia, con la intención de que conserve su protagonismo.
Además de la protección del pozo de hielo y la reubicación de La Fragatina, los trabajos previstos también incluyen la modernización de la red de abastecimiento, que se encuentra muy deteriorada y provoca importantes fugas, la renovación del actual pavimento así como la creación de un nuevo vial hacia la zona del Revolt. También se suprime el tráfico de un lateral de la plaza España, que se sumará a las zonas peatonales y que conllevará la pérdida de 32 plazas de aparcamiento. El proyecto se divide en tres fases y tiene un periodo de ejecución de nueve meses.
