El Eco Museo de Aínsa cumple 25 años con un balance de más de 500.000 visitantes
La Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos ha logrado que el Ministerio de Cultura renueve la concesión del edificio por otros 20 años. En verano abre todos los días de 10.30 a 14.30 y de 15.30 a 20.30.
“Una vivencia que todo amante de la naturaleza se llevará con cariño, como hicimos nosotros. Este lugar es ideal para un primer acercamiento a la montaña, bosques, ríos, fauna y flora que rodean al quebrantahuesos y que invita a disfrutarlos y a conservarlos, desde los más pequeños a los más mayores. No dejaremos de recomendárselo a amigos y a familiares”. Así describían las alumnas y alumnos del Grado Superior de Gestión Forestal y Medio Natural del Instituto Murgia (Álava) su experiencia tras visitar el Eco Museo de la Fauna Pirenaica/Pirineos Bird Center ubicado en el Castillo de Aínsa, un equipamiento ambiental vinculado a la sensibilización y la protección de la biodiversidad pirenaica, y que acaba de cumplir sus 25 años.
En este tiempo se ha pasado del sueño adolescente de los miembros fundadores de la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ) en lo que era un edificio histórico en ruinas, al esplendor actual de un torreón medieval restaurado con su exposición de maquetas, audiovisuales, diaporamas y un parque zoológico que aunque modesto impresiona a cada uno de sus visitantes por su mensaje y contenido.
Oscar Díez, su actual director y secretario de la FCQ, recuerda que "todavía me impresiona, pese al avance tecnológico y la sobreabundancia de información audiovisual que vivimos, cómo algunos antiguos alumnos que en la década 2000 estudiaban la ESO y ahora convertidos en treintañeros recuerdan emocionados su visita a nuestros programas educativos y nos preguntan por tal búho o por si el águila culebrera tuerta sigue con nosotros”. Éste es el principal logro del museo, la sensibilización ambiental de amplios sectores sociales con mensajes claros y una defensa a ultranza por la vida, en la cual el amor por la naturaleza y la especie humana cobran protagonismo con una visión eco céntrica e integradora.
Durante estos 25 años han asistido a acontecimientos positivos como la recuperación del quebrantahuesos o muy negativos como la extinción del bucardo o cabra montés pirenaica en el año 2000. Buenas y malas noticias que han podido conocer sus más de 500.000 visitantes, de los que alrededor de 30.000 han sido escolares en programas específicos de educación ambiental de varias jornadas de duración.
Paralelamente el Eco Museo ha sido el motor de proyectos que han promovido la sostenibilidad ambiental en su más amplio sentido, desde eventos vinculados a la lucha contra el cambio climático a seminarios técnicos de ámbito internacional, pasando por la promoción de la economía circular y el desarrollo de proyectos demostrativos vinculados a la agricultura y ganadería sostenibles.
Fruto de esta trayectoria, la FCQ junto con el Ayuntamiento de Aínsa-Sobrarbe recibían recientemente el Premio Aragón Medio Ambiente 2021, otorgado por la Dirección General de Cambio Climático y Educación Ambiental del Gobierno de Aragón, en el que se destacaba el ejemplo de colaboración participativa en materia de sostenibilidad y emprendimiento ambiental.
Asimismo, el Eco Museo ha sido y es un ejemplo de colaboración público-privada que se mantiene gracias a la renovación por parte del Ministerio de Cultura y Deporte de la concesión administrativa del edificio por otros 20 años en favor de la FCQ, y que ha permitido su restauración arquitectónica, así como el desarrollo de los múltiples objetivos ambientales y educativos.
El Eco Museo dispone de 12 ámbitos expositivos sobre la biodiversidad pirenaica y un parque zoológico. Durante la temporada estival de julio, agosto y del 1 al 15 de septiembre abrirá todos los días de 10.30 a 14.30 y de 15.30 a 20.30. El precio de las entradas es de 4 euros por persona (los niños menores de 6 años entran gratis) y para grupos concertados de más de 20 personas, el precio es de 3 euros por persona.
