Crece la confianza entre los empresarios oscenses de cara a una salida de la crisis

Los empresarios de la provincia de Huesca están empezando a recuperar la confianza en la economía y, aunque la pandemia ha tenido graves consecuencias para los sectores del comercio y el turismo, otros como la agricultura o la construcción son optimistas de cara al futuro inmediato. Así lo revela el Índice de Confianza Empresarial (ICE) 2021, elaborado por CEOS-Cepyme con la colaboración del Banco Sabadell, a partir de las encuestas a 400 empresas sobre la tendencia actual y sus expectativas, donde se les pregunta por las ventas nacionales e internacionales, el número de trabajadores o las inversiones en tecnología y maquinaria.

El peor dato del ICE lo sigue registrando el 2012 (-43,8). A partir de aquí empezó a crecer. El 2021 no se mueve de valores negativos, pero la confianza ha aumentado respecto a la anterior crisis (-11,9). Uno de los parámetros que apuntalan este optimismo es el número de trabajadores. El 80,6% de las empresas apuestan por que este año se mantendrá el empleo, el 12,6 opinan que aumentará y el resto, que disminuirá. Además, algo más de la mitad ve posibilidades de un aumento de las ventas nacionales y un 44%, de las internacionales. Y un 59,7% afirman que invertirán en maquinaria o instalaciones.

Por comarcas, mientras las expectativas son optimistas en el Cinca Medio o la Hoya de Huesca, las cuatro del Pirineo, dependientes del turismo, tienen una visión más pesimista del futuro, ha comentado Salvador Cored, secretario general de CEOS-Cepyme en la presentación del informe, acompañado de Luis Cánovas, director de Colectivos Profesionales del Banco Sabadell en Aragón, Navarra y La Rioja. A juicio de Cored, los datos económicos de la patronal española avalan la tendencia, con una previsión de recuperación. "Dentro de un año, en el segundo semestre de 2022, estaremos en los niveles de antes de la crisis".

El análisis pormenorizado de los sectores indica que el comercio disminuyó sus ventas más que la media. Peor fue la situación del turismo, con una caída aún más vertiginosa. Sus expectativas son, en consonancia con esto, más pesimistas. Casi el 100% de los empresarios turísticos hablan de una rebaja de las ventas y solo un 22% piensa que podrían aumentar respecto a 2020. Al mismo tiempo ha disminuido en mayor medida el número de trabajadores (más del doble que la media) y sus previsiones para el 2021 en cuanto al empleo no son halagüeñas.

La situación ahora es más favorable para el turismo, con el incremento de aforos, la ampliación del horario de hostelería y los desconfinamientos autonómicos. Esto es "creación de empleo en estado puro", en palabras de Cored, quien confía en tener un verano tan bueno como el pasado. "Ya hay un buen nivel de reservas".

Por su parte, la agricultura, con un peso muy importante en la provincia, incrementó las ventas por encima de la media y sus expectativas son más optimistas que las de otros sectores, lo mismo que la construcción. También piensa en una mayor inversión en maquinaria y mantuvo el cien por cien del empleo.

"Unos sectores han ido muy mal y otros bien", ha comentado el secretario general de CEOS-Cepyme, que cree que los contrapesos pueden servir para que unos tiren de otros. En esta coyuntura, ha añadido, los Erte han sido de vital importancia. En la provincia de Huesca llegó a haber unas 1.000 empresa con 3.000 trabajadores con expedientes temporales de regulación. "Esperemos que se salven al final del trayecto", ha declarado Cored, que citando la consigna del Gobierno central ha dicho que se trata de "evitar que nadie se quede atrás".

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