El túnel de Bielsa instala un detector de matrículas para cazar a los infractores
Servirá para identificar con precisión a los conductores que adelantan en el interior o se saltan el semáforo de paso alternativo.
El túnel Bielsa-Aragnouet ha reforzado su seguridad con la instalación de un sistema de detección de matrículas que pretende impedir infracciones susceptibles de provocar un grave siniestro en el interior del paso subterráneo hispano-francés, como adelantar a otro vehículo, saltarse el semáforo en rojo cuando se activa el sistema de paso alternativo o no respetar la prohibición de circulación de camiones, si las cadenas son obligatorias en la carretera. El aparato facilita la identificación de los vehículos y por lo tanto su localización para imponer la correspondiente sanción.
También pretende impedir la entrada en el túnel de camiones de mercancías peligrosas, un transporte totalmente prohibido. Si el sistema detecta las matrículas especiales, lanza una alerta sonora al centro de control, desde donde se procedería a cerrar la infraestructura. A finales de marzo se hizo un simulacro para validar su funcionamiento.
El túnel de Bielsa, según la Jefatura Provincial de Tráfico, es el único que dispone de este tipo de detectores de matrículas en el Alto Aragón, ya que los de Somport, pertenecientes al Ministerio de Transportes, son simplemente para el control de tráfico.
Con una longitud de 3.070 metros, el túnel entre Bielsa y la localidad francesa de Aragnouet dispone de 65 cámaras de videovigilancia. Estas no siempre son capaces de captar las matrículas de los infractores con suficiente definición, mientras el detector permitirá tener identificados a todos los coches que entran. Con ello se pretende, señala el director del consorcio hispano-francés, Andrés Olloqui, reforzar la seguridad y prevenir accidentes, considerando la gravedad de un siniestro dentro del paso subterráneo.
En el año 2019, la DGT cursó 79 denuncias por irregularidades relacionadas con saltos de semáforos con la barrera cerrada, adelantamiento en línea continua o el paso de camiones con nieve en la carretera. El gálibo, de 4,30 metros, también es motivo de infracción. El verano pasado, un camión de paja no respetó la señal sobre la altura y entró en el túnel, destrozando un letrero electrónico. Perdió parte de la mercancía pero no paró. En este caso se le pudo identificar y localizar, y pagó la multa, pero en otros resulta más difícil, de ahí que se refuerce el control de matrículas.
Más frecuentes que estas infracciones son las de exceso de velocidad, limitada a 60 kilómetros por hora. Francia tiene colocados dos radares. El del carril en sentido a España, con pendiente negativa, contabiliza unas 3.000 multas al año. El otro, hacia la boca norte, cuesta arriba, unas 300.
Se mantiene el cierre nocturno
Por otra parte, se mantiene el cierre nocturno, de 22.00 a 6.00, y de momento no hay previsión de la fecha para levantar la restricción. La medida está vigente desde el pasado 15 de enero, en cumplimiento de un decreto de la Prefectura de Altos Pirineos, que lo justificó por la amenaza terrorista y la lucha contra la inmigración ilegal.
