La inmunización de los temporeros: "Me vacunaré sin miedo y por responsabilidad"
Alcaldes y empresarios quieren que llegue al mayor número posible de trabajadores para evitar los rebrotes del verano pasado, pero todavía hay muchas dudas sobre el proceso.
La opción de destinar las monodosis de Janssen a la vacunación de los temporeros es vista con buenos ojos entre alcaldes, empresarios y trabajadores del campo del Bajo Cinca, al ser entendida como una herramienta eficaz para evitar el repunte de contagios que el pasado año se vivió durante el inicio de la campaña de recogida de fruta y que obligó a retroceder en la desescalada. No obstante, sus valoraciones son prudentes y en algunos casos, poco entusiastas, ya que existen muchas dudas sobre cuál será el perfil de los trabajadores incluidos o de qué forma tendrá lugar la administración.
Alio Ba, de 47 años de edad y natural de Senegal, lleva casi dos décadas viviendo en Fraga. Trabaja como jornalero en el campo, incluso en estos meses de escasa actividad, después de que las últimas heladas hayan reducido al mínimo la necesidad de mano de obra. Al ser cuestionado sobre su predisposición a recibir la vacuna, este senegalés lo tiene claro: "Me vacunaré como el resto de la gente, por responsabilidad y sin ningún miedo". "Hay que protegerse", añade. A su lado, Madjogue Fofana, natural de Mali, también apuesta por la vacunación, aunque no sabe si entrará en la definición de temporero, ya que ahora trabaja en una empresa cárnica.
Y es que todavía son muchas las preguntas que esperan una respuesta. La alcaldesa de Fraga, Carmen Costa, está entre las que más cuestiones se plantea, entre ellas, si se incluirá a la población autóctona que trabaja de forma ocasional en el campo o si la administración de estas vacunas recaerá en los centros de salud o podrá redirigirse a las mutuas.
Son muchos los que abogan por una amplia definición de la palabra temporero. Desde el sector empresarial, Carmelo Casas, presidente de Excofruit, pide que dentro del perfil susceptible de recibir la monodosis de Janssen entren "todos los que trabajan en el sector de la fruta", independientemente de su origen y actividad. "Habría que vacunar a todos, al que está de paso y al que está todo el año, al que está en el campo y al que está en el almacén", especifica. Y, además, añade, "hacerlo pronto". Y es que considera que de lo contrario carecerá de sentido, ya que la mayoría será alcanzado por edad dentro de las campañas de vacunación masivas.
El presidente de la Comarca del Bajo Cinca y alcalde de Zaidín, Marco Ibarz, también aboga por una definición amplia del concepto de temporero, incluyendo a todos los trabajadores del sector de la agroindustria, con el fin de que la medida sea efectiva y puedan evitar los rebrotes del pasado año. También apunta que el temor a los repuntes es "menor", por la confianza en el ritmo de las campañas de vacunación así como por la reducción de la necesidad de mano de obra debido a las fuertes heladas.
"Apenas se ve movimiento en los pueblos. No hay trabajo. Son muchos los que llegan y se van", indica Ibarz, que, además de insistir en proteger al máximo número posible de personas, considera una buena opción optar por la monodosis de Janssen, ya que una parte de los beneficiados tienen una alta movilidad y son más difíciles de localizar.
El alcalde de Belver de Cinca, Javier Carrasquer, también está a favor de la vacunación, aunque si decae o se demora cuenta con un plan B. Y es que han instado a los empresarios a que den de alta a sus trabajadores temporales en el centro médico y de esta forma puedan ser llamados cuando les corresponda por edad.
