El valle de Benasque tendrá otro acceso alternativo "en dos o tres semanas" con la nueva carretera de Espés

La Diputación Provincial de Huesca ha acelerado los trabajos de ensanchamiento de 5,4 km de esta vía en los que ha invertido más de 1,3 millones y realizará labores de bacheo y limpieza en el resto del tramo.

Trabajos de asfaltado de la carretera de Espés.
Trabajos de asfaltado de la carretera de Espés.
DPH

Los vecinos y visitantes del valle de Benasque contarán muy pronto con un nuevo acceso alternativo, que se sumará a los tres ya existentes, para minimizar las molestias ocasionadas por las obras que han obligado a alargar el cierre de la N-260 entre Campo y El Run hasta finales de junio. La Diputación Provincial de Huesca ha acelerado los trabajos para poder abrir "en dos o tres semanas" la nueva carretera de Espés, en la que ha invertido más de 1,3 millones de euros. Además, realizará pequeñas mejoras en el resto del tramo hasta su conexión con la N-260. Usando esta vía se podrían acortar los actuales rodeos en unos 20 km y casi media hora de tiempo aproximadamente.

Actualmente existen tres alternativas: la primera discurre por Graus (N-123)-Roda de Isábena (A-1605)-Bonansa (A-1605)-Laspaúles (N-260)-Castejón de Sos (N-260)-Benasque (A-139); la segunda, por Benabarre (N-123a)-Pont de Suert (N-230)-Laspaúles (N-260)-Castejón de Sos (N-260)-Benasque (A-139); y la tercera, por Campo-Torre la Ribera/Vilas del Turbón (HU-V-9601)-Bonansa (A-1605)-Laspaúles (N-260)-Castejón de Sos (N-260)-Benasque (A-139). En todos los casos, según el análisis realizado por la Asociación Turística del Valle de Benasque, se trata de sumar entre 30 y 40 minutos al trayecto habitual.

Mapa de alternativas para acceder al valle de Benasque por el corte de la N-260.
Mapa de alternativas para acceder al valle de Benasque por el corte de la N-260.
ATEVB

A la carretera de Espés se accede por el eje del Isábena (A-1605) y conecta con Laspaúles y Castejón de Sos 'ahorrándose' los puertos de Bonansa y Col de Espina. Pese a ello, el diputado responsable de Obras de la DPH, Joaquín Monesma, recuerda que es una vía de alta montaña que discurre en su totalidad por encima de los 1.000 metros de altitud con pendientes por encima del 12% y que, por tanto, habrá que circular "con precaución". 

La carretera lleva cortada casi dos años, excepto para el paso de los vecinos, ya que las obras se han visto ralentizadas por las adversas condiciones meteorológicas. En estos momentos se ha acabado de asfaltar el primer tramo de 1,2 km de longitud y están terminando de ensanchar la plataforma (de 4 a 5 metros) en el resto del trazado hasta llegar a Espés (otros 4,2 km). El contrato fue adjudicado a la UTE formada por Hormigones del Pirineo y Horpisa Sobrarbe por algo más de un millón de euros, aunque posteriormente tuvieron que aprobar un modificado por un montante de 290.000 euros por los imprevistos que han ido surgiendo durante la ejecución como el refuerzo de taludes tras dos deslizamientos y unas correcciones de trazado de unas curvas.

Además, la DPH ha sacado a licitación un contrato menor de conservación por unos 50.000 euros para labores de bacheo, reparación de blandones y limpieza de cunetas en el tramo de algo más de 4 km que va de Espés a Abella hasta conectar, donde no estaba previsto realizar ninguna actuación. 

Esta carretera beneficiará a 11 localidades que no superan los 280 vecinos (Laspaúles, Neril, Suils, Villarrué, Abella, Espés, Espés Alto, Piedrafita, San Feliu de Veri, Buyelgas y La Muria). Recientemente se halló una necrópolis medieval que no implicó la paralización los trabajos, solo desviar unos metros el trazado y realizar nuevas prospecciones arqueológicas.

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